SEAT

Seat se propone reducir un 50% su huella medioambiental para 2025

En 2016, la firma de Martorell consiguió mejorar sus indicadores en un 33%, superando el objetivo del 25% para 2018.

Àlex Soler

Àlex Soler

El planeta lo está pidiendo. Aunque Trump se proponga echar al traste un esfuerzo global, el resto del mundo sigue trabajando para luchar contra las emisiones y el cambio climático antes de que sea demasiado tarde. En este sentido, Seat, con sede en Martorell, se ha propuesto reducir su huella medioambiental a la mitad en comparación con los indicadores que tenía en 2010. Antes, la empresa española ya se había propuesto llegar al 25% antes de 2018 y, en 2016, conseguieron superar su objetivo dos años antes de lo previsto mejorando sus cinco indicadores ambientales (consumos de energía y agua y generación de residuos, compuestos orgánicos volátiles y CO2) en un 33,6%. La gran cifra conseguida en 2016 transmite optimismo de cara al reto que la marca se ha planteado para 2025. 

ECOMOTIVE FACTORY

No solo se ayuda al planeta produciendo vehículos eléctricos y desarrollando nuevas tecnologías y sistemas de propulsión alternativos a la combustión interna tradicional, pues durante la fabricación de vehículos El plan 'Ecomotive Factory', que dicta la estrategia medioambiental de Seat, ha sido el responsable de la mejoría de la marca. El plan prevé una serie de medidas y proyectos para sacar el máximo rendimiento a los recursos disponibles y minimizar las emisiones y la creación de residuos en cada uno de los procesos de la compañía. 

Las cifras avalan la implantación del plan. Desde 2011, año en el que se puso en marcha, la firma de Martorell ha reducido las emisiones de CO2 en un 66,2%, una cifra impresionante, gracias a medidas como el aislamiento térmico, la compra de energía verde o el suministro de calor con biomasa. Además, gracias a los esfuerzos de todos los trabajadores, la compañía ha conseguido que la generación de residuos caiga un 41,4% y la generación de compuestos orgánicos volátiles descienda un 16,2% gracias a la separación selectiva de envases y la sustitución de disolventes y ceras que antes se usaban para producir vehículos. Los últimos dos indicadores también han mejorado de manera notable. El consumo de energía se ha reducido un 21,7% y el de agua un 22,5%. Seat ha reducido la temperatura necesaria en algunos procesos para ahorrarse energía y gracias a un nuevo filtro en la prueba de lluvias, ha rebajado el consumo de agua.

"La meta para 2025 es muy ambiciosa", no duda en admitir Andreas Tostmann, vicepresidente de producción de la marca. "Durante 2016, invertimos alrededor de 23 millones de euros para mejorar nuestro desempeño medioambiental. Poder afirmar que ya hemos alcanzado el reto que nos fijamos para 2018 es una satisfacción", añade. 

SEAT AL SOL

Una de las acciones más destacadas contempladas en el plan 'Ecomotive Factory' es 'Seat al Sol', que representa el proyecto más ambicioso de toda la estrategia medioambiental de la marca. La firma española inauguró en 2013 la mayor planta solar de la industria del automóvil en el mundo equipada con casi 53.000 paneles solares en una superficie de 276.000 m2. Gracias a este parque solar, Seat produce, al año, la energía que necesitarían 3 millones de Smartphones para cargarlos diariamente. En total, la marca de Martorell ha dejado de emitir 8.300 toneladas de CO2 al año, 10 veces la cantidad que absorbe Central Park, el pulmón Nueva York, anualmente.

El plan 'Ecomotive Factory' lo ha repasado todo para que Seat consiga, o incluso supere, su objetivo de reducir a la mitad su huella medioambiental. En la factoría, la implantación de luces LED y de mejoras en el aislamiento para ahorrar calor y energía, además de utilizar fuentes renovables para conseguir el 50% de la energía utilizada por la marca son algunas de las medidas implementadas.

La suma de todas los ajustes contemplados en su estrategia medioambiental, ha llevado a Seat a reducir el consumo energético por vehículo producido cerca de un 20% desde 2010. En comparación con la media de las demás marcas en Europa, la firma de Martorell consume un poco más de la mitad de energía, un 23% menos de agua y emite un 65% menos de CO2 para fabricar sus vehículos.