LLAMADA DE EMERGENCIA

La Comisión Europea expedienta a España por el eCall

España no ha desarrollado aún las infraestructuras necesarias para habilitar la llamada de emergencia desde los coches.

eCall, el botón salvavidas.

eCall, el botón salvavidas. / MOTOR

Motor Zeta / Agencias

Desde el pasado 1 de abril, todos los vehículos nuevos deben incluir el eCall, el botón de emergencia que automáticamente realiza una llamada al servicio de emergencias y ofrece la posición geográfica del vehículo en caso de accidente para que se pueda atender el percance más rápido. Este botón realiza una función vital porque los primeros minutos son los más importantes tras un accidente. De hecho, según la Cruz Roja es en los primeros cinco minutos en los que se producen el 57% de los fallecimientos. 

Además de para asistir al vehículo que realiza la llamada, ya sea apretando el botón por voluntad del conductor o automáticamente tras un accidente, el eCall puede servir para alertar el accidente de otros vehículos si se es testigo o para avisar y notificar alguna situación peligrosa, como un robo o una avería.

Según estimaciones de la Comisión Europea, la "llamada de emergencia" reducirá el tiempo de respuesta entre un 40 y un 50 %, salvando, de esta manera, cientos de vidas cada año. 

EXPEDIENTE A ESPAÑA

Sin embargo, y pese a la importancia y efectividad del sistema eCall, España no ha desarrollado aún las infraestructuras de los centros de emergencia que reciben y tramitan las llamadas al número de emergencia europeo 112. Es por eso que la Comisión Europea ha iniciado este jueves un procedimiento de infracción contra España por no haber desarrollado las mencionadas infraestructuras. El eCall llama automáticamente al número de emergencia europeo 112 en caso de accidente de tráfico grave y comunica la localización del vehículo a los servicios de emergencia mediante el uso del sistema de navegación por satélite Galileo.

Todo lo que debes saber sobre el eCall, en Motor Zeta.

Bruselas anunció el envío a las autoridades españolas de una carta de emplazamiento, primera etapa del procedimiento de infracción comunitario, y le dio dos meses para responder a los argumentos planteados por la Comisión. De lo contrario, advirtió, la Comisión podría decidir dar un paso más en el procedimiento de infracción, con el envío de un dictamen motivado, es decir, una petición formal para que se dé cumplimiento al problema. Si, aun así, se mantuviera la falta, la Comisión Europea podría remitir el caso al Tribunal de Justicia, aunque la mayoría de los casos se resuelven antes de llegar a este extremo.