El Brighton echa a volar

El conjunto de Roberto De Zerbi selló su clasificación a la próxima ronda de Europa League como primero de grupo

Ansu Fati, que sigue recuperándose de su lesión, ha visto cómo el proyecto en el que se embarcó sigue creciendo a pasos agigantados en su ausencia

Roberto De Zerbi celebra la victoria del Brighton en Europa League

Roberto De Zerbi celebra la victoria del Brighton en Europa League / EFE

SPORT.es

SPORT.es

Llegan los días de la ilusión, los regalos y el buen tiempo en familia. Dicen que la Navidad es tiempo de felicidad y de milagros, y algo parecido a una gesta difícil de explicar es lo que ha conseguido el Brighton de Roberto De Zerbi. Hace seis años estaban en Segunda División, y en su primera participación histórica en la Europa League han sido coronados campeones de grupo.

Ansu Fati, que quiso salir del FC Barcelona en verano en busca de minutos, eligió el proyecto del Brighton no sólo por una cuestión de fe, pues era muy consciente del lugar al que caía. Un contexto perfecto para el crecimiento de jóvenes talentos con ganas de comerse el mundo y un director de orquestra que convierte en oro todo lo que toca. Hasta el momento de su trágica lesión, había empezado a 'empaparse' de un nuevo fútbol y estaba creciendo con el paso de las jornadas. Ahora le toca ver desde la barrera cómo sus compañeros triunfan por él.

Y lo cierto es que en Brighton ahora les toca celebrar a lo grande. En la última jornada de la fase de grupos de la Europa League, el conjunto de Roberto De Zerbi selló la clasificación a la primera ronda de eliminatorias de la mejor manera posible: como campeón de su grupo (con Ajax, Marsella y AEK Atenas como rivales), y todo en su primera participación histórica en la competición. Casi nada.

Tarde o temprano, los 'Seagulls' tenían que alcanzar cotas como en las que está a día de hoy. En una victoria por la mínima con gol de Joao Pedro frente al Marsellla en el 88', el ambiente en el Amex Stadium fue ensordecedor. La fiesta se vivió por todo lo alto, con los jugadores celebrando con los aficionados y un Roberto De Zerbi enloquecido (en el buen sentido de la palabra) con la grada y su 'parroquia'. Como para no celebrar una gesta de tal calibre.