España se desploma en los pronósticos de Eurovisión

La canción ‘Zorra’ de ‘Nebulossa’ tiene apenas un 0,69% de probabilidades implícitas de llevarse un festival para el que Suiza y Croacia son favoritas

Un fuerte tropiezo de este grupo alicantino pondría fin a la buena inercia de lasdos últimas ediciones. En 2022, Chanel logró una meritoria tercera posición

Nebulossa actuará en la segunda semifinal de Eurovisión.

Nebulossa actuará en la segunda semifinal de Eurovisión. / EP

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España y Eurovisión son un matrimonio complicado. El festival musical ha ido ganando potencia en los últimos años, en los que este certamen de marcado contenido comercial, ha crecido en seguimiento informativo, interés de público y también ebullición en las redes sociales. Ocurre que España no suele ser uno de sus favoritos recurrentes.

Lo más cerca que ha estado de volver a ganar fue el éxito ‘SloMo’ de Chanel, que en 2022 logró bronce y peleó hasta el final con la opción de levantar el micrófono de cristal que simboliza el triunfo. Un artista español no lo logra desde 1969, cuando Salomé ganó en Madrid con ‘Vivo Cantando’. Un año antes, en Londres, lo logró Massiel con ‘La, la, la’. Para la edición de este año 2024 las esperanzas son nulas. Mínimas. Tanto es así, que es más fácil que Ucrania gane la Eurocopa a que ‘Zorra’ de ‘Nebulossa’ logre Eurovisión.

Lo dicen las apuestas de Betfair, que sitúan a España con un paupérrimo 0,66% de probabilidades de ganar el certamen. Ucrania, en la Eurocopa, tiene un 0,99% de opciones. Ya son más que le conceden las cuotas a esta canción compuesta por el Mery Bas y Mark Dasousa, los integrantes de ‘Nebulossa’ que tratarán de dar la campanada el 11 de mayo en Malmö, la localidad sueca donde se celebrará la edición de Eurovisión 2024.

Un favorito con mensaje

Al menos España, como una de las integrantes del Big Five, no tendrá que pasar por lassemifinales. España, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia son los únicos cinco países que están clasificados para la gran final. Y de ellas, sólo Italia, un país con buenos resultados en los últimos años, parece poder disputar el premio final. Es la cuarta favorita por detrás de (en orden de menos a más favoritismo) de Países Bajos, Croacia y… Suiza.

Para este certamen las apuestas tienen claro que serán los helvéticos los encargados de levantar el premio. Su representante es ‘Nemo’, un artista que actuará con la canción ‘The Code’, una suerte de mezcla entre ópera y rap que, además, tiene una estética muy definida, con guiños constantes a los colectivos LGTBI, uno de los que más siguen este festival. Nemo se define a sí mismo como no binario, y deja patente su condición en su espectáculo, cargado de personalidad y potentes contrastes musicales.

Desde que se supo que ‘The Code’ sería el representante suizo, poco a poco se ha ido incrementando el número de voces expertas que colocan a Nemo como favorito a ganar. Claro que Eurovisión es también marco para sorpresas, especialmente si, como sucede, Croacia es la segunda favorita.

Ojo a la vía balcánica

Los balcánicos acudirán con un tema llamado ‘Rim Tim Tagi Dim’ cantado por Baby Lasagna, un cantante de estética de evocaciones corsarias (recuerda a Tino Casal) que arrasó en el concurso de la televisión croata para elegir al candidato y que podría extender su influencia en toda la región. Es tradicional que los países que integraban Yugoslavia se apoyen entre sí y que, llegado el momento, decanten su voto por el país que pueda ser favorito para ganar. Así que en el apartado del voto popular es probable que ese apoyo colectivo en la región pueda ser clave.

Los fiascos de España

Entre tanto, España, país que también gusta convertir sus fracasos en espectáculo, intentará no hundirse demasiado. Caer a los últimos puestos de la clasificación sería un varapalo… pero no una sorpresa, visto que en los últimos años se ha rozado en varias ocasiones. En total, España ha sido ‘colista’ de Eurovisión en cinco ocasiones en la historia. La última, en 2017 con Manel Navarro. Antes, en 1999, también lo fue Lydia. De esos cinco farolillos rojos, en tres de ellos España regresó sin un solo punto: Remedios Amaya en 1983, Conchita Bautista en 1965 y Víctor Balaguer en 1962.