Dembélé, punto final al fiasco de la solución Neymar

 Malas noticias para el entrenador del FC Barcelona, Xavi Hernández. Ousmane Dembélé se va al Paris Saint-Germain (PSG) y además lo hace dejando solo 25 millones de euros en las arcas del club azulgrana y es que los parisinos abonan los 50 millones de euros de su cláusula de rescisión, pero el 50% según contrato, se lo queda el jugador.

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De esta manera, termina también, de algún modo el ciclo post Neymar en el Barça, puesto que el propio Dembélé y Coutinho fueron las soluciones que buscó el por aquel entonces presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, tras el pago de la cláusula de 222 millones de euros que el PSG abonó para llevarse al jugador brasileño.

Con la marcha de Dembélé se va un futbolista muy importante para Xavi Hernández. Se había convertido en un fijo en sus alineaciones, tanto la pasada temporada como ya en esta pretemporada, en la que había comenzado jugando y de hecho marcando en el pasado Clásico ante el Real Madrid (3-0).

El francés ha elegido marcharse a París mejorando evidentemente sus condiciones económicas pero, en cuanto a las aspiraciones deportivas, lo cierto es que por el momento no va a mejorar demasiado, porque según los pronósticos de Betfair, PSG y Barcelona están empatados en la quinta posición de favoritos al título de Champions League, con una cuota ambos de 13€ por euro apostado, por detrás del actual campeón y favorito Manchester City (3 € por euro apostado), Bayern Múnich (8€por euro apostado), Real Madrid (9.5€ por euro apostado) y Arsenal (12€ por euro apostado).

Se rompió la banca

El 3 de agosto de 2017 el PSG pagó los 222 millones de euros de la cláusula de Neymar. El futbolista brasileño se marchaba a Paris dejando un importante vacío, pues el Barcelona perdía a la ‘N’ de su famosísimo tridente, llamado MSN (Messi, Suarez, Neymar). La noticia tuvo un impacto mundial, de forma que todos los clubes del mundo fueron plenamente conscientes de que el club azulgrana disponía de más de 200 millones de euros para fichar y la necesidad imperiosa de reponer ese hueco en la delantera. Sin duda estos dos condicionantes dificultaron la búsqueda del sustituto o sustitutos de Neymar y cada vez que el Barça llamaba a la puerta de un club, se encontraba la misma respuesta, un precio desorbitado por cualquier jugador que quisiera fichar.

Primero llegó Dembélé

De los 222 millones de euros, el presidente Bartomeu decidió invertir 135 millones de euros en el fichaje de Ousmane Dembélé, que fue elegido por delante de un joven Mbappé que ya estaba llamando la atención en las filas del AS Mónaco. Dembélé llegó procedente de Dortmund y su verticalidad y manejo de ambas piernas le habían convertido en un futbolista muy interesante. Con su llegada, el equipo volvía a disponer de un tridente en ataque, Dembélé, Suarez, Messi y aún quedaba, de los famosos 222 millones una parte para mejorar el centro del campo. El elegido era el futbolista del Liverpool, Philippe Coutinho, pero los ingleses no estaban dispuestos a ponérselo fácil al club azulgrana.

Coutinho llegó en el mercado de diciembre

El mismo verano 2017 en el que Neymar se había marchado a Paris y había fichado a Dembélé, el FC Barcelona fue incapaz de convencer al Liverpool para traer a Coutinho, teniendo que esperar al mes de diciembre. El presidente Bartomeu quería a toda costa al jugador y finalmente la operación ascendió, como en el caso de Dembélé a 135 millones de euros. En total ambos futbolistas costaron 270 millones de euros y se convertían, y aún lo siguen siendo, en los dos futbolistas más caros de la historia del club.

Un rendimiento muy por debajo de lo esperado

El tiempo ha terminado confirmando que el Barcelona invirtió mal y muy caro para hacerse con los servicios de ambos futbolistas. Llama especialmente la atención el caso de Coutinho, que militó 4 temporadas en el club con más pena que gloria. El jugador nunca respondió a las expectativas y apenas demostró el talento que había sacado a relucir en sus años en el Liverpool. Para más inri, Coutinho, se fue cedido una temporada al Bayern Múnich, y con la camiseta del club bávaro, fue autor de dos goles en el famoso 2-8, sin duda una de las noches más negras de la historia del Barça.

Dembélé tampoco estuvo nunca a la altura de la inversión realizada y en las primeras temporadas fue más noticia por sus continuas lesiones y su falta de adaptación que por su futbol. Al menos, con Xavi en el banquillo, el jugador dio un paso adelante y a cuentagotas pudimos ver pinceladas del jugador que tanto prometía en sus inicios, llegando a convertirse en un jugador importante en la consecución de la pasada liga.