Chipre, amenaza fantasma para España 25 años después

España vuelve a enfrentarse a Chipre en fase de clasificación para la Euro un cuarto de siglo después de haber caído en Larnaca en una humillación histórica.

Javier Clemente, tras caer ante Chipre

Javier Clemente, tras caer ante Chipre / Archivo

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Engomitis, Gogic y Spoljaric son nombres de sonoro anonimato. En una encuesta entre aficionados españoles, pocos sabrían ubicar si quiera su nacionalidad. Mucho menos atribuirle la autoría de uno de los naufragios más grandes sufridos por la Selección Española en las últimas décadas. No. Los villanos del fútbol patrio para la opinión pública son otros: Tassotti, Seaman, Zidane, Al Gandur… Pero entre este elenco de malos deberían figurar estos tres chipriotas, impulsores de una derrota que puso fin a la era Clemente en la selección y abrió las puertas de ‘La Roja’ a una modernidad deportiva que diez años después culminarían Luis Aragonés y Vicente del Bosque. Ahora que España vuelve a medirse con Chipre un cuarto de siglo después, es conveniente recordar la ‘amenaza fantasma’ de aquella nefasta noche de septiembre en Larnaca.

La tensa despedida de Clemente


Sucedió el 5 de septiembre de 1998, cuando España visitó Chipre para afrontar el primer partido clasificatorio para la Euro de 2000. Lo hizo con Javier Clemente cuestionadísimo hasta niveles de ruido mediático insoportables. Sólo dos meses antes la Selección había caído en la fase de grupos en el Mundial de Francia tras perder contra Nigeria (nefasta actuación de Zubizarreta), empatar a cero ante Paraguay y Golear de manera inútil a Bulgaria (6-1). En aquel torneo Clemente se enrocó en algunas de sus decisiones más polémicas, como blindar de defensas centrales la medular (Nadal y Hierro eran sus habituales medio centros) o no dar alas a jóvenes que venían reclamando minutos, como De la Peña, entre otros.

Para aquel partido en Chipre, Clemente decidió dar un volantazo y alineó cinco delanteros: Luis Enrique, Etxeberría, Raúl, Alfonso y Morientes. El resultado fue un desequilibrio notable que terminó dejando graves problemas defensivos. España cayó 3-2 (llegó a ir perdiendo 2-0 y 3-1) con un rival que entonces era el 80º del mundo. “Hemos salido al ataque, como pedíais, ¿y ahora qué? Si jugara otra vez el partido, pondría ocho defensas”, retó Clemente a la prensa, culpándola casi de aquella derrota y prolongando un largo serial de tensiones que llevaron incluso a que el entrenador insultara y en una ocasión golpeara a uno de los reporteros que seguía el día a día de España.

Pese a haber sido incapaz de pasar de cuartos en los anteriores torneos que disputó (dos Mundiales, una Eurocopa), la Federación había renovado a Clemente días antes de caer en Chipre, un tropiezo de tal magnitud que incluso la ministra de Educación y Deportes pidió su cese. Así sucedió. Clemente dejó paso a Camacho y España mutó a un equipo vistoso que aspiró a ser campeón en la Euro de 2000 (la eliminó Francia, la posterior campeona) y en el Mundial de 2002 (ahí fue el arbitraje de Al Gandur el que apeó a España).

Redención y reencuentro


Desde entonces, España y Chipre sólo se vieron una vez más. En el partido de vuelta de aquella clasificación para la Euro de 2000. Y lo ‘La Roja’ ganó… ¡¡8-0!! Desde entonces, no se han vuelto a ver las caras. Ahora la Selección vuelve a jugar contra Chipre en un escenario también convulso y similar a aquel de hace 25 años.

Porque el anterior Mundial fue nefasto (eliminación ante Marruecos en octavos) y porque, aunque el seleccionador es otro al de la cita de Qatar, Luis de la Fuente también está puesto en entredicho. Dice la lógica que España vencerá con comodidad en Chipre. De hecho, de ocho cara a cara, España sólo perdió aquel partido que le costó el puesto a Clemente con un balance global de 35 goles a favor y sólo 5 en contra. Para más inri, ahora Chipre es la selección 118 del mundo, pero incluso que hace un cuarto de siglo.

En los pronósticos de Betfair, el combinado nacional es favoritísimo como es también favorito a ganar la Euro sin todavía haberse clasificado. Con una cuota de 8.5€ por euro apostado, el equipo de Luis de la Fuente emerge como la cuarta selección a llevarse el título en Alemania por delante de Inglaterra, Francia y la anfitriona. Está por ver España imponga su teórica superioridad o, por el contrario, si sufrirá también en un escenario de nefasto recuerdo. Una amenaza fantasma 25 años después.