'Expediente X' Rice

En un Barça Lassa que sigue luchando por encontrar la estabilidad, hay un 'caso abierto' que sigue siendo motivo de preocupación. Tyrese Rice, el hombre llamado a liderar el nuevo proyecto azulgrana, sigue sin encontrar en este 2017 la regularidad, la frescura y el nivel exhibido en el primer tramo de temporada.

"Está jugando más que nadie, cuando hemos tenido a seis o siete jugadores lesionados, él no se ha perdido ningún partido. Los jugadores con este nuevo formato de Euroliga no pueden estar al mismo nivel durante la temporada. No me preocupan las cifras porque no miro los números para evaluar a un jugador", aseguraba Bartzokas acerca del jugador antes de medirse al CSKA Moscú hace unas semanas. 

En el último duelo ante el Real Madrid, Rice volvió a ofrecer unas prestaciones muy lejos de lo que se espera de él no tanto por tener o no dudas acerca de su nivel sino por lo que el propio jugador fue capaz de aportar y demostró en los primeros meses de competición: chispa en el uno contra uno, alegría a campo abierto y un estado de confianza y nivel físico capaces de multiplicar su anotación y liderazgo. 

El rendimiento de Rice

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Pese a que desde el club no dudan de la máxima implicación del jugador por salir de este bache de juego; las actuales sensaciones, números y producción de Rice evidencian un alarmante bajón en su rendimiento. 

Algo que el equipo acusa de forma inevitable tratándose además del encargado de dirigir el juego desde la posición de base y donde cada toma de decisión es trascendental. Un peaje muy caro para un equipo ya de por sí escaso de recursos, muy en especial a nivel ofensivo, y de jugadores capaces de crearse sus propios tiros, generar ventajas para otros compañeros pero sobre todo de liderar y arrastrar al resto.

Rice cerró el 2016 promediando 15.2 puntos, 4.5 asistencias y 13 de valoración en 30.3 minutos por encuentro sumando los 27 partidos entre Liga Endesa y Euroliga. Sus números en ambas competiciones fueron prácticamente calcados.

UN 2017 CON MÁS SOMBRAS QUE LUCES

UN 2017 CON MÁS SOMBRAS QUE LUCESLa plaga de lesiones y la falta de hombres para darle relevo en la dirección propició que el base tuviera que multiplicar esfuerzos en una temporada más que exigente en la que el calendario no perdona. 

Sus prestaciones en el nuevo año tan solo han hecho que caer en picado, muy especialmente en la Liga Endesa (incluida la Copa del Rey). En la competición doméstica, Rice ha pasado de promediar 16 a 8 puntos por encuentro, ha descendido su porcentaje en tiros de campo del 50% al 33% y su valoración ha caído de los 13 créditos a los 5.

También en Euroliga ha disminuido sus prestaciones aunque no de forma tan palpable. En el primer tramo de campaña anotaba más pero también asumía más tiros de campo (de 12.7 en 2016 a 9.8 en la actualidad).

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El cansancio y unas molestías físicas fruto del desgaste propio de la temporada no hacen más que acrecentar los problemas para el base de Richmond sobre todo a la hora de poder marcar la diferencia. El Barça Lassa le necesita de vuelta cuanto antes.