Llull acaba con las ilusiones del Barça en el último suspiro

Llull acabó con las ilusiones del Barça en el último suspiro

Llull acabó con las ilusiones del Barça en el último suspiro / EFE

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

Una canasta cayéndose hacia atrás de Sergio Llull a 5 décimas para el final le dio la victoria al Real Madrid en el clásico. Una derrota cruel para el Barça Lassa que, con sus carencias, había mostrado actitud y orgullo, virtudes que le habían faltado en demasiados partidos en la presente temporada. Una canasta de Tomic a 6" del término había puesto en franquicia a los azulgrana, pero las ilusiones de ganar en Madrid fueron difuminadas por Llull sin que el postrero intento triple de Oleson -tras tiempo muerto de Bartzokas- pudiera revertir el resultado.

95020

LIGA ENDESA

76
75
Alineaciones
REAL MADRID
(23+24+15+14): Llull (16), Taylor (2), Maciulis (9), Randolph (9) y Ayón (6) -quinteto inicial-, Rudy Fernández (3), Draper (-), Hunter (7), Carroll (14), Reyes (6) y Doncic (4).
BARÇA LASSA
(23+13+21+18): Rice (6), Oleson (8), Claver (7), Perperoglou (16) y Tomic () -cinco titular-, Koponen (3), Renfroe (2), Faverani (4), Vezenkov (6), Eriksson (9) y Diagné (-).

Este fue el epílogo a un clásico en el que el Barça, como ya hemos reseñado, mostró actitud en defensa y a la hora de rebotear. Eso le permitió llevar la batuta durante los primeros 14 minutos (7-15, 12-20, 23-28). Y esa misma fortaleza mental le permitió venirse arriba cuando el Madrid había volteado el partido al descanso  (47-36) y amenazaba con borrar de la pista a su rival. 

Los azulgrana, como siempre tuvieron claroscuros. En el haber, esa buena capacidad de pelear, minimizar la sangria de pérdidas de balón (9 lo que para este Barça es un lujo) y la aparición de diversos jugadores como la habitual de Tomic (14 puntos y 8 rebotes), Perperoglou (16), Claver (7 y 7 rebotes) o Eriksson (9). En el debe, señalar que volvieron los 'apagones' en ataque (uso y abuso del triple con un 7 de 30 en el tiro) y que faltaron más nombres propios que sumaran para la causa. En especial uno y preocupante: Tyrese Rice. El teórico líder del Barça apareció en algún momento pero, globalemente, volvió a decepcionar tanto en el tiro (2 canastas de 11 intentos), en la dirección (sólo 3 asistencias) y destacar que no forzó ni un tiro libre. Expediente X.

A cara o cruz

Enfrente, en e Madrid, lo de siempre. Agresividad atrás, buscar la velocidad en ataque bien para las penetraciones o doblar balones para los tiradores exteriores. Como no dominaron durante muchos minutos la faceta reboteadora, los de Laso no pudieron romper el partido cuando parecían capacitados para hacerlo y su ataque se mostró embarullado. El Real vivió de nombres propios muy concretos: las apariciones de Carroll, el trabajo de Doncic (8 rebotes) y por encima de todos Sergio Llull. El balear, como siempre se echó al equipo a la espalda (16 puntos y 7 asistencias) y, como siempre, acaparó con éxito el balón decisivo. 

Tal y como sucedió en la final de la Copa del Rey de 2014 entre los mismos protagonistas, Llull se jugó el último tiro...y lo anotó. El Barça volvió a casa de vacío y cae a la sexta plaza en la Liga Endesa...aunque a un triunfo del segundo. Pero, por encima de la derrota ante el eterno rival, la lección a extraer por los azulgrana de este encuentro es clara: pese a los déficits de esta plantilla si siempre se jugara con esta actitud, otra sería la situación. Ya saben cuál es el camino.