La 'haka vikinga' de Islandia atronará Rusia

Alfonso Callejas

Alfonso Callejas

Lo ha vuelto a hacer. La selección de Islandia escribió este lunes mucho más que otro glorioso capítulo de su historia. La gran revelación de la pasada Eurocopa de Francia derribó, definitivamente, todos los muros de la lógica deportiva de la época contemporánea para plantarse en el Mundial de Rusia y alcanzar el mayor hito futbolístico de su discreta trayectoria.

El 9 de octubre deberá ser en el futuro poco menos que Fiesta Nacional en el país nórdico.

El triunfo ante Kosovo (2-0) con goles de Sigurdsson y Gudmundsson permitió al combinado islandés neutralizar en cierta medida el triunfo croata en Ucrania (0-2) para asegurar la primera plaza del disputado Grupo I y sellar su primera e histórica clasificación para la fase final de un Mundial. Un país con apenas 330.000 habitantes -el más pequeño en participar en una fase final- lograba así lo impensable décadas atrás.

La de Rusia 2018 será la segunda fase final de un gran torneo que disputarán los entrañables vikingos que en 2016 asombraron al mundo de la mano del sueco Lars Lagerback con su brillante papel en la pasada Euro. Su ya inmortal grito vikingo acompañado de múltiples palmadas al unísono permitió a los islandeses hermanarse con otras aficiones y ganarse el corazón de la comunidad futbolística internacional. La euforia, obviamente, se desbordó en un país que hace apenas unos meses gozó de su consecuente 'baby boom'.

La salida de Lagerback tras la derrota en cuartos de final ante la anfitriona (5-2) hizo presagiar a los más pesimistas que lo suyo con la competición de élite sería un simple amor de verano. Nada más lejos de la realidad. Bajo las órdenes del islandés Heimir Hallgrímsson el combinado nórdico ha acreditado que ha llegado para quedarse. Con siete triunfos, un empate y tan solo dos derrotas, Islandia se ha ganado a pulso el pasaporte para Rusia. Con o sin 'haka' vikinga, ya son toda una realidad.