Angelique Kerber llega con dudas al Open de Australia

Angelique Kerber sólo ha sumado un triunfo en los tres partidos que ha disputado en 2017

Angelique Kerber sólo ha sumado un triunfo en los tres partidos que ha disputado en 2017 / EFE

Sport.es

Angelique Kerber está viviendo un inicio de 2017 decepcionante. La número uno mundial llega con muchas dudas al Open de Australia tras su segunda derrota prematura en este curso.

La alemana se despidió en su debut en el torneo de Sydney frente a la rusa Daria Kasatkina, de 19 años y número 26 del ranking mundial, que se impuso en dos mangas: 7-6 (7/5) y 6-2.

La semana pasada en Brisbane no pudo ir más allá de los cuartos de final (su segundo partido del año), ronda en la que cedió frente a la ucraniana Elena Svitolina por 6-4, 3-6 y 6-3.

"Los primeros partidos de la temporada son siempre complicados y todavía no he podido encontrar mi ritmo de juego. Cometí demasiados errores y no sentía la bola", admitió Kerber.

Una situación preocupante para la germana, que en las pistas de Melbourne Park deberá defender la corona del primer Grand Slam del año. Aunque ella le resta importancia: "Es difícil, sí, pero creo que está bien haber disputado un partido más, aunque sólo sea uno, antes de ir a Melbourne".

Es la victoria más importante en la carrera de Kasatkina, que ya en Brisbane lanzó un aviso del buen momento de forma que atraviesa, teniendo punto de partido frente a Garbiñe Muguruza. En cuartos de final en Sydney se enfrentará a la británica Johanna Konta.

Bouchard, a cuartos diez meses después

Por su parte, Eugenie Bouchard alcanzó sus primeros cuartos de final desde marzo de 2016. La canadiense se impuso a Dominika Cibulkova por 6-4 y 6-3 y sigue sin perder con la eslovaca cuando se enfrentan en pista dura.

"Cada vez que me enfrento a Domi es una batalla muy disputada. Tuve que prepararme mentalmente para ello. Cuando te enfrentas a las mejores te da la medida de dónde te encuentras", destacó Bouchard quien, sin embargo, afirma estar "aún lejos de donde quiero estar. Incluso ganando pude hacer mejor muchas cosas. No quiero mirar más allá de mí misma".

La canadiense, que llegó a ser número cinco del mundo en 2014, su mejor año en el circuito (final en Wimbledon y semifinales en Australia y Roland Garros además de su primer título profesional, Nürnberg), lleva dos temporadas de altibajos y está buscando recuperar su mejor nivel.