Lo acontecido el pasado fin de semana el Alemania es cuanto menos surrealista y reabre por completo el debate acerca de las bicicletas eléctricas.
Eran pasadas las siete de la tarde cuando una pareja residente en la pequeña localidad de Lengerich (norte de Alemania) se alertaba por un fuerte golpe que retumbaba bruscamente en sus oídos mientras se encontraban tranquilamente viendo la televisión en el comedor.
El hombre de 74 años se levantó para ver lo que estaba ocurriendo y rápidamente se percató de que había algún problema en la batería de su bicicleta eléctrica.
Según contó posteriormente a la policía local, vio como la batería sacaba humo. Al parecer el dispositivo se encontraba desconectado pero cerca de otros objetos electrónicos.
Rápidamente alertó a su mujer y le sugirió que abandonaran el hogar. No sin antes meter la batería en la bañera.
Afortunadamente tomaron la mejor decisión posible y es que apenas unos segundos después de salir la batería explotó.
La onda expansiva fue tal que arrancó la puerta y parte de la pared.
Los bomberos llegaron rápidamente al lugar de los hechos y pudieron apagar el incendio.
Al parecer los daños en el inmueble son irreparables por lo que la pareja tendrá que buscar un nuevo hogar.
Como medida de precaución la pareja fue trasladada temporalmente al hospital por una leve inhalación de humo.
La onda expansiva fue tal que arrancó la puerta y parte de la pared.
No es la primera vez que sucede algo parecido con las bicicletas eléctricas y es que no hace mucho en Australia ya vimos como una bicicleta eléctrica de alta gama explotaba en plena ruta por las altas temperaturas.
Se desconoce la marca y el modelo de la batería pero algunos siguen cuestionado las modificaciones “caseras” no oficiales que se pueden hacer a este tipo de dispositivos. Como ya vimos lo de deslimitar las ebikes puede tener sus ventajas pero también sus inconvenientes.
