Llegó al Espanyol como una estrella y, en sus primeros días como perico, demostró serlo. Goles y actuaciones sobresalientes enamoraron a la afición espanyolista, que veía en Matías Vargas a su nuevo referente. Pero, como todo el equipo, se diluyó. El ‘Monito’, que además sufrió una lesión que lo alejó de los terrenos de juego cerca de dos meses, perdió la titularidad y ahora tiene otro papel.

Vargas: "Estoy aprendiendo a entrar como revulsivo" (leer noticia)