El plan de la Superliga para ganar adeptos

Los organizadores del proyecto, según ‘L’Équipe’, ya ha contactado con 50 clubes europeos de 12 países diferentes

El objetivo de los impulsores es claro: la ‘clase media’ europea no puede quedar al margen de la competición

Laporta y Florentino, en el desayuno “La Superliga en el futuro del fútbol europeo”

Laporta y Florentino, en el desayuno “La Superliga en el futuro del fútbol europeo” / VALENTÍ ENRICH

Jordi Carné

Jordi Carné

Mientras esperan la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, los organizadores de la Superliga siguen trabajando en la construcción de una competición que se adapte a las necesidades actuales y sea especialmente atractiva para el público joven. ‘L’Équipe’ ha detallado las bases del plan de un proyecto en permanente búsqueda de nuevos apoyos y, por consiguiente, en constante evolución. Barça y Real Madrid, pese a la reciente dimisión de Andrea Agnelli como presidente de la Juventus y los rumores sobre la posible desvinculación del club italiano, están muy decididos en su misión de reformar el funcionamiento del mundo del fútbol.

Según ha informado el diario francés y ha confirmado SPORT, ‘A22 Sports Management’ ya ha contactado con unos 50 clubes europeos de 12 países diferentes para sumar adeptos a la causa. Consciente de que la estrategia inicial excluía a equipos históricos, la empresa promotora de la Superliga ha entendido que, si desea sacar adelante el proyecto, debe tener en cuenta a todas las ligas del continente y no únicamente a LaLiga, la Premier League, la Serie A, la Ligue 1 y la Bundesliga. Es por ello que los organizadores de la competición se han expandido y han buscado simpatizantes en países como Portugal, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca y Escocia.

Bernd Reichart, CEO de la Superliga, junto a Joan Laporta y Florentino Pérez

Bernd Reichart, CEO de la Superliga, junto a Joan Laporta y Florentino Pérez / VALENTÍ ENRICH

El objetivo de Joan Laporta y Florentino Pérez, las dos caras visibles de la Superliga, es muy claro: la ‘clase media’ europea no puede quedar al margen del torneo. Y menos equipos históricos como el Ajax, el Benfica, el Anderlecht o el Celtic. Y el formato, evidentemente, debe basarse en méritos deportivos. Los impulsores del proyecto hace mucho tiempo que han entendido que el hecho de que hubiera miembros permanentes –como se pretendía en un primer momento– no era viable ni justo. Las modificaciones en la estructura de la competición han ayudado a que clubes de ligas de nivel y repercusión menor se hayan interesado en la misma.

Los próximos meses serán decisivos para el futuro de la Superliga. En primavera, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea resolverá su conflicto con la UEFA y, en caso de que la sentencia sea favorable a sus intereses, ‘A22 Sports’ ejecutará la ofensiva final para fundar un torneo que encuentra su razón de ser en la voluntad de poner punto final al monopolio del organismo presidido por Aleksander Ceferin e intentar contener el elevado poder financiero de los equipos ingleses comparado con el del resto del continente.