Osasuna, el tapado que aspira en Arabia a recuperar las sensaciones perdidas

Osasuna va a jugar en Arabia Saudí la Supercopa de España. El equipo rojillo acompaña a Barça, Madrid y Atlético en una experiencia que muchos califican como un premio, pero que en realidad es bien merecida si uno recuerda lo que consiguió la temporada pasada. La final de la Copa del Rey, que perdió ante el Madrid, y la clasificación para la Conference League, aunque tardía, son dos hitos para un equipo que en los últimos meses no ha sonreído tanto como se esperaba y que ahora se encuentra ante una oportunidad de oro para reencontrarse con las buenas sensaciones que parecen perdidas.

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Dos partidos y dos victorias. Los de Jagoba Arrasate han comenzado el año de forma positiva: ganaron al Almería y superaron al Castellón, en la prórroga, en los octavos de la Copa de la Rey. Sin brillantez y sufriendo, pero dos triunfos necesarios para llegar a la cita de la Supercopa tranquilos y habiendo cogido el aire suficiente para hacer el esfuerzo de doblegar a un FC Barcelona inestable, pero que en el 1x1 supera a un Osasuna que tampoco esta temporada tampoco se ha mostrado regular.

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Si bien es cierto que a un partido puede pasar cualquier cosa, los navarros han dejado de ser el equipo fiable de la temporada pasada. La pérdida de contundencia defensiva no ha hecho más que generar dudas pese a que el equipo ha terminado la primera vuelta alcanzando los 22 puntos (12º). "Le doy un aprobado", expresó el técnico en rueda de prensa, pero consciente de que se pueden mejorar muchas cosas.

Osasuna acostumbra a crecer gracias a la solidez defensiva y esa debe ser la principal baza para ganar la semifinal. Que David García y Catena, la pareja de centrales, se impongan en el área y comiencen la transición ofensiva con un Lucas Torró ubicándose en toda la zona medular y enlazándose con Aimar Oroz y Moi para ganar altura, apoyados siempre en los laterales con recorrido y siendo profundos, y atentos a las segundas jugadas al haber sido capaces de llegar con muchos efectivos al área rival. Siempre jugando a un ritmo alto, este es el Osasuna ideal, en rasgos generales, y que tanto disfrutó e hizo disfrutar, pero que está costando ver en estos últimos meses, al menos durante casi la totalidad de minutos de un partido.

Aun así, esta plantilla ya sabe que puede jugar a un gran nivel. La baja de Abde es notable, aunque la dirección deportiva ha logrado mantener la base una temporada más y el pasado mercado de verano no salió ninguna pieza importante. Por lo tanto, este bloque de futbolistas conoce a la perfección por dónde pasan los planes de Arrasate para superar un partido en el que, además de tener que realizar un buen fútbol, es valiosa la experiencia en este tipo de escenarios. Y Osasuna no la tiene.

La ausencia del Chimy por lesión es sustancial, teniendo en cuenta que también esta temporada el conjunto rojillo ha perdido 'punch' y bravura en ataque. La nota más positiva es que Budimir se encuentra en un estado de forma y de gracia que hace presagiar que algún gol sí podrán celebrar con los pocos rojillos que presenciarán el choque desde las gradas del estadio Al-Awwal Park.

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Osasuna no tiene nada que perder en Arabia Saudí y sí mucho que ganar. Un tópico que puede resultar pesado de escuchar y que, a su vez, es la situación que tiene en frente el club en tierras muy lejanas. Las segundas vueltas de Jagoba invitan al positivismo y sin la presión que existe en LaLiga o en la Copa, la victoria ante el Barça no da la sensación de ser inalcanzable para un equipo que en la historia reciente, cuando juega confiado e ilusionado, ha sido capaz de demostrar que los rivales deben hacer las cosas muy bien para ganarles.