Cueva de Altamira

La vegetación del abrigo de la cueva es el origen principal del CO2 en Altamira

Conocer el origen del CO2 permite discernir si los accesos a la cueva contribuyen a que aumente o no

Visitantes observan las pinturas rupestres en el Museo de Altamira, en foto de archivo

Visitantes observan las pinturas rupestres en el Museo de Altamira, en foto de archivo / Archivo

EFE

La vegetación que crece en el abrigo de la cueva de Altamira es el origen principal del CO2 presente en la sala de polícromos, según un estudio que se ha desarrollado en los últimos cuatro años para determinar si la procedencia de este compuesto, que puede afectar a la película de agua sobre las pinturas, es natural o humana.

Los resultados de la investigación los dará a conocer, el próximo 24 de mayo en el Museo de Altamira, en Santillana del Mar, el investigador del CNR (Consiglio Nazionale della Ricerca) de Florencia Alesandro Zaldei, durante la última jornada del Encuentro Internacional de Patrimonio y Conservación de Cantabria, que ha sido presentado este jueves.

La directora del Museo Nacional y Centro de Investigación Altamira, Pilar Fatás, ha destacado que este proyecto junto al CNR aporta "un granito de arena más" para conocer los factores del deterioro de la cueva.

Como ha explicado, la caracterización del origen del CO2 no entraba en el espectro de los estudios que realiza habitualmente Altamira y es un factor que permite discernir si los accesos a la cueva contribuyen a que aumente o procede de fuentes naturales, en este caso la superficie exterior de la cueva.

El arte rupestre es frágil y el arte paleolítico "aun lo es más"

Pilar Fatás

— Directora del Museo Nacional y Centro de Investigación Altamira

De esta forma, aplicando medidas de control de la vegetación exterior se puede minimizar los niveles de CO2 en el interior, ha apuntado.

El método que se ha utilizado en la investigación es el que se emplea en bibliotecas y archivos para medir los niveles de polución.

Y la idea de trasladarlo a Altamira surgió precisamente en una edición anterior de los encuentros de patrimonio que organizan Giuliano Camilleri, restaurador y conservador de libros documentos y obras de arte sobre papel y Alicia Ojeda, experta en gestión de patrimonio.

Parte de este trabajo se presentó hace dos años en un congreso organizado por el Instituto Nacional de Patrimonio, ha recordado Camilleri, quien ha explicado que en los tres primeros años se desarrolló un modelo en la cueva de las estalactitas y en el último se ha llevado a cabo una campaña de mediciones en la sala de polícromos.

Se ha utilizado, ha señalado, un analizador que determina el isotopo del CO2 con un sistema portátil que se desplegó en el exterior de la cueva y que tiene "un impacto mínimo" en el interior.

Apoyo a la restricción de visitas

La directora del Museo Altamira ha expresado su apoyo a las medidas que ha tomado el Gobierno de Cantabria para restringir el número de visitantes en las cuevas de El Castillo, Las Monedas y Covalanas, declaradas patrimonio de la humanidad de la Unesco por sus pinturas, a preguntas de los periodistas.

"No puedo estar más de acuerdo. Estamos en sintonía en esa cuestión, es el camino que tenemos que llevar todos los gestores de sitios de arte rupestre", ha afirmado.

Según Fatás, el arte rupestre es frágil y el arte paleolítico "aun lo es más", por lo que es necesario aplicar medidas preventivas. Y una de las principales, ha añadido, es ajustar los aforos de visitas a las cuevas a lo que los datos científicos y del seguimiento medioambiental indican.