Así se ganó Lamine Yamal a la afición de la Roja

Lamine Yamal se ganó el corazón de la afición de la selección española que acudió al Nuevo Los Cármenes. En su primer partido con la selección absoluta en casa, y como titular, realizó una exhibición fuera de lo común. Y mucho más inesperada por un jugador de tan solo 16 años.

La piedra que esquivará el Barça con Lamine

En Georgía ya había despuntado y le quedaba la reválida de salir en el once frente a la afición. Lamine recogió el guante y se desfondó los 61 minutos que estuvo sobre el terreno de juego.

El primer tiempo fue demoledor. Probó el uno contra uno de forma constante, se movió con agilidad y se desmarcó constantemente. Muchas veces el trabajo fue más silencioso, para ensanchar el campo y atraer defensas, aunque no recibiera la pelota.

Estos detalles se aprecieron sobre el campo y el público se lo agradeció. Lamine tuvo que inclinarse y coger aire, mientras atenían a Nico Williams antes del descanso visiblemente cansado. Estaba pagando el esfuerzo y las emociones acumuladas.

Cuidados

El canterano del Barça se mantuvo en el campo durante 15 minutos en el segundo tiempo y Luis de la Fuente comprobó que era el momento de darle el relevo. El propio jugador sabía que sería sustituido. Se señaló con el dedo señalando al banquillo cuando Ferran Torres se preparaba y asumió con humilidad un cambio necesario.

Al salir el dorsal '15' en el cartelón del cambio, el público de Granada se puso en pie para ovacionar a la que apunta como la nueva estrella de la selección española. Lamine agradeció el cariño con timidez y se sentó en el banquillo para compartir con sus compañeros de la felicidad de la goleada final.

El delantero se ha puesto en el bolsillo a la afición, sus compañeros y al staff de Luis de la Fuente. Su carácter alegre, facilidad para integrarse y entender que era el 'rookie' desprendió incluso ternura entre los más veteranos. Lamine ya es uno más de la Roja.