Una derrota cruel

La suerte no acompañó en esta ocasión a la selección española en la final del Europeo sub’21. El destino fue cruel con la generación del 2000 que tantas alegrías había dado e impidió que España enlazara un nuevo éxito después de que la absoluta se hubiera proclamado campeona de la Nations League. Pese a todo, el fútbol español no arroja la toalla y sigue empeñado en seguir siendo protagonista del verano a nivel futbolístico. La selección sub’19 y la femenina cogen ahora el relevo.

España se quedó con la miel en los labios y se marchó del torneo decepcionada, aunque con la cabeza muy alta. La Rojita no tuvo fortuna ante Inglaterra en una final que se resolvió por un ajustado 1-0 gracias a un gol de rebote de Jones al desviar un disparo de falta directa de Palmer en el descuento del primer tiempo. El conjunto de Santi Denia tuvo el empate y la prórroga a su alcance en el último suspiro, pero Abel Ruiz no acertó desde el punto de penalti y luego ni Aimar ni Camello pudieron aprovechar dos rechaces consecutivos en una situación inmejorable.

NO HUBO PLENO

La selección española no pudo cerrar así el ciclo poniendo un broche de oro con un pleno histórico. Se quedó a las puertas de conquistar su tercer Europeo consecutivo, después de haber ganado con el propio Santi Denia como técnico los de las categorías sub’17 y sub’19 en 2017 y 2019, respectivamente. Se trata de una generación que ha demostrado ser tremendamente competitiva y en la que destacan jugadores como Abel Ruiz, Miranda, Víctor Gómez, Guillamón, Sergio Gómez o Antonio Blanco, que se proclamaron campeones en 2017 en su primera aparición en una gran competición continental.Pese a la decepción, el combinado español dejó claro que España tiene el relevo garantizado de cara al futuro con esta generación. 

La Rojita no pudo coger el relevo de la absoluta. Aunque el verano astronómico empezó oficialmente tres días después, el futbolístico había arrancado el pasado 18 de junio con la victoria de la absoluta en la Nations League, el quinto título que figura en las vitrinas de la Federación Española tras las tres Eurocopas (1964, 2008 y 2012) y el Mundial conquistado en 2010. De la mano de Luis de la Fuente, la Roja se plantó en la final de Rotterdam, donde superó a Croacia en un partido agónico y que se resolvió en la tanda de penaltis. Fue la primera gran alegría para el fútbol español, que aún tenía señaladas en el calendario tres citas más.

NUEVO OBJETIVO

La atención pasará ahora a los chavales de la selección sub’19, que también están brillando en el Europeo que se está disputando en estos momentos en Malta. Los chicos de Julen Guerrero ya están clasificados matemáticamente para las semifinales tras haberse impuesto en los dos primeras jornadas a Islandia (1-2) y Grecia (5-0). Mañana cerrarán la fase de grupos ante Noruega con el objetivo de asegurarse la primera plaza de su grupo de cara a las semifinales que se jugarán el próximo jueves. El objetivo de la selección española es estar presente en la final del 16 de julio y levantar su noveno título de la categoría, de la que es la más laureada con diferencia desde el estreno del torneo en 2002.

Y sin mucho tiempo para relajarse será el turno de la selección absoluta femenina, que afronta el tercer Mundial de su historia. No tuvo suerte en sus anteriores dos presencias. Cayó en la fase de grupos en Canada en 2015 y perdió (1-2) en los octavos de final ante la campeona, Estados Unidos, en Francia en 2019. El equipo que dirige Jorge Vilda cogerá el relevo con la misión de estrenar su palmarés en el torneo que se disputará en Australia y Nueva Zelanda entre el 20 de julio y el 20 de agosto. La Roja arrancará el 21 de julio ante Costa Rica, se medirá a Zambia cinco días después y cerrará la fase de grupos ante Japón el día 31.