Posible ERE en el Reus

El Reus, expulsado de LaLiga

El Reus, expulsado de LaLiga / Perform

Xavi Turu

El Reus continúa con su interno calvario. Todo aquello que dejó el anterior mandatario de la entidad catalana sigue cojeando de muchos lugares. La situación es cada vez más compleja y los días van pasando sin que Clifton Onolfo pueda aportar una solución que permita al conjunto de la capital del Baix Camp continuar a flote y poder seguir soñando con volver a entrar en ese selecto grupo de equipos que pueden competir en el fútbol profesional.

La historia del Reus ya está escrita. Irrumpió desde abajo con esfuerzo y disciplina y confirmó un brillante e histórico ascenso a Segunda División A. Pero gracias a las descabelladas gestiones financieras y administrativas de Joan Oliver, se vio obligado a dejar escapar un gran proyecto deportivo, plagado de talentos y de activos futbolísticos. Fue la cara oculta que ha llevado a una entidad con más de cien años de historia a la situación actual. Después de todo el trabajo realizado, el ascenso al fútbol profesional se convirtió en algo efímero para todos los socios y aficionados reusenses.

De vuelta a la realidad, los reusenses están sumergidos en el concurso de acreedores que terminará por decidir cuál será el destino más próximo del equipo catalán. Según apunta el Diari Més, el actual administrador concursal, David López, estaría estudiando la posibilidad de preparar un ERE y de esta manera poder mejorar la tesitura financiera actual del club y con ello, intentar evitar una más que factible desaparición.

Esta nueva fórmula que pretende emprender el dirigente actual del Reus, afectaría a todos los trabajadores, incluyendo a todos aquellos que están de baja y a los que hoy en día todavía ejercen sus funciones dentro del club. La condena de los rojinegros no será muy positiva y por este motivo se podría intentar tomar el camino en forma de ERE este mismo miércoles.  

FOGASA pagaría las indemnizaciones

Tal y como destaca el mismo diario de la localidad tarraconense, las respectivas indemnizaciones serían abonadas por el Fondo de Garantía Salarial, FOGASA, con el límite máximo de una anualidad. Además, cada trabajador despedido tendría el derecho a recibir una indemnización de 20 días por año trabajado, prorrateándose por meses los períodos inferiores a 1 año.

Después del comunicado fantasma que apareció la semana pasada en el que se pedía ayuda para que la entidad no desaparezca, los rojinegros necesitarían un nuevo inversor que pueda hacerse cargo de toda la deuda del club, ya que Onolfo y sus socios, por lo que parece hasta día de hoy, se han desentendido totalmente de este nuevo proyecto que iniciaron a principios de año en la localidad catalana y no están dispuestos a desembolsar ni un solo euro para empezar una reconstrucción más que necesaria en el Reus.