Importante victoria del Nàstic para asegurar la permanencia

El Nàstic, más cerca de la salvación

El Nàstic, más cerca de la salvación / sport.es

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Volvió a hacerlo el Nàstic. Victoria en casa con un gol 'in extremis' de Álvaro Vázquez y tres puntos que impiden, de nuevo, que Luis César gane a su ex-equipo.

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Liga 123

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Alineaciones
Gimnàstic de Tarragona
Dimitrievski; Kakabadze, Arzo, Xavi Molina, Javi Jiménez; Tejera, Fali; Jean Luc, Maikel Mesa (Manu Barreiro, 65'), Muñiz (Omar, 81'); y Álvaro (Gaztañaga, 90').
Valladolid
Masip; Antoñito, Javi Moyano, Calero, Nacho; Luismi (Toni Martínez, 87'), Borja (Anuar, 79'); Ontiveros (Gianniotas, 64'), Míchel, Óscar Plano; y Mata.

Los grana fueron los claros dominadores de la primera mitad, donde los pucelanos se limitaron a defenderse de las acometidas rivales. El conjunto de Nano Rivas, muy bien situado sobre el césped, supo ganar la zona de medios con Fali barriendo todo balón que llegaba y Tejera, Muñiz y Maikel Mesa participando siempre con el balón. Jaime Mata, demasiado sólo, no pudo crear peligro ante Dimitrievski, y esta circunstancia la acusó en demasía el conjunto de Luis César.

A los diez minutos de juego, Álvaro casi inaugura el marcador en una falta ensayada que botó Muñiz y, antes del cuarto de hora de partido, hubo dos ocasiones más claras para los intereses del Nàstic. La primera, a cargo de Kakabadze, que remató un córner botado desde la izquierda y que rebotó en la red por fuera y la segunda, en un disparo de Álvaro que acabó en saque de esquina.

El mismo Álvaro Vázquez, el hombre más peligroso del Nàstic, tuvo el gol en sus botas en el minuto 34 cuando recibió un pase largo de Dimitrievski que le dejó sólo ante el meta rival. Su disparo lo atajó Masip, que tuvo mucho trabajo. Despertó tímidamente el Valladolid antes del descanso aunque la zaga local impidió todo progreso de la delantera visitante.

Los locales continuaron con el mismo ímpetu en el segundo acto, pero sin acierto de cara a portería. Las ocasiones eran constantes y cada vez más claras. De hecho, Juan Muñiz tenía la portería vacía en el minuto 50, pero su disparo se encontró con el milagro de Luismi, que desvió el peligro. Álvaro Vázquez volvió a tener el gol dos minutos después, pero su testarazo salió muy desviado. La defensa visitante no podía hacer más que intentar parar el vendaval local, que le llegaba de todos los lados.

El Nàstic, poco a poco, fue notando el esfuerzo realizado y vio cómo adelantaba líneas el equipo castellano. A partir de la hora de juego, las fuerzas estaban ya completamente equilibradas, y las ocasiones de gol también llegaron por parte pucelana. Dos latigazos de los de Luis César enmudecieron a un Nou Estadi que vio cómo Óscar Plano, a la hora de juego, disparaba cerca del palo izquierdo de Dimitrievski. Luis César entendió que podía ir a por el duelo y decidió ingresar en el terreno de juego a Gianniotas. Necesitó veinte segundos este futbolista para armar la pierna y disparar a pocos centímetros del travesaño local.

Pero lo mejor estaba por llegar para los locales. A dos minutos del final, cuando los dos equipos parecían condenados al empate, apareció Álvaro Vázquez para fusilar a Masip con un disparo cruzado donde no pudo llegar el meta visitante. Locura en el Nou Estadi, que todavía subió las revoluciones cuando Dimitrievski salvó un uno contra uno a Jaime Mata en el añadido.