Clifton Onolfo: "Ahora solo podemos esperar"

Semanas y días gélidos en Reus. Pese a las bajas temperaturas y el fuerte aire que susurró en las calles céntricas de la ciudad, los socios y aficionados rojinegros salieron otra vez a la calle a manifestarse frente a la pésima gestión de Joan Oliver y la decisión de expulsar al Reus que ha tomado LaLiga. El conjunto de la capital del Baix Camp quería la cautelar después del duro golpe que se llevaron con la resolución que dictaminó el Juez Social, pero el TAD la denegó.

Pese a los hándicaps impuestos por el máximo organismo regulador del fútbol estatal, unas 500 personas se manifestaron en la plaza Prim de Reus y desde allí tomaron las calles céntricas para terminar con el acto protesta en frente del Ayuntamiento. En las puertas del consistorio también se pudo ver al alcalde de la ciudad, Carles Pellicer, el concejal de deportes, Jordi Cervera y el expresidente del Reus, Salvador Batlle.

Fríos y enfadados, los rojinegros desplazados a la manifestación pudieron ver a uno de los nuevos propietarios del Reus. Clifton Onolfo dio cariño, se mostró como un ciudadano más de la localidad catalana y quiso destacar que “con la situación que tenemos ahora, tan solo nos queda esperar”.

Además, Onolfo también quiso matizar que “hemos venido a Reus para permanecer en este proyecto y para quedarnos en el club”. Los nuevos dueños van en serio y desde un principio se ha demostrado que no van de farol. Con muy poco tiempo ya son muy queridos en la ciudad, al mismo tiempo que se han integrado en la parroquia rojinegra de una forma flagrante.

Piden a Tebas que escuche al Reus

El empresario americano y actual propietario de la entidad reusense ha querido dirigirse a toda la afición y mandar un mensaje claro y contundente: “Siento pasión por el club, espero poder ayudar al Reus a renacer de nuevo y volver al lugar donde se merece''.

Además del agradecido mensaje a la entidad, Onolfo también ha querido pedir a LaLiga y a Javier Tebas que “escuchen al Reus” y que ambas partes puedan sentarse para hablar e intentar reconducir la dura y excesiva sanción que se le ha impuesto a un club con más de cien años de historia y que, hasta el día de hoy, no tiene precedentes.