Tchouameni no se rinde ante sus críticos

El francés es preso de las comparaciones con Casemiro, dos jugadores de características similares, pero con mentalidades diferentes 

Tchouameni se reivindicó en Las Palmas

Tchouameni se reivindicó en Las Palmas / Valenti Enrich

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Aurelien Tchouameni ha vivido unas semanas difíciles desde que fichó por el Real Madrid. Sus últimas apariciones no fueron buenas y su rendimiento está siendo cuestionado por el entorno madridista.

Su fútbol no acaba de encajar en las necesidades del equipo, que le pide más capacidad destructiva al estar rodeado de jugadores de perfil constructivo a los que tiene que dar servicio.

SALVADOR

 

El francés fue suplente ante Las Palmas después de su flojo partido contra el Almería. Salió en el minuto 81 para rescatar a su equipo. En el poco tiempo que estuvo, aportó energía a la medular y acabó dándole el triunfo al Real Madrid con un gol de cabeza a la salida de un córner tras un salto poderoso. Fue la manera de reivindicarse, de darle al equipo un triunfo demostrando su fortaleza física y mental.

Un pasito al frente ante quienes cuestionan su capacidad futbolística para pertenecer al equipo. Ancelotti confía en él. Titular indiscutible en el arranque de las dos últimas temporadas, pero su rendimiento ha ido a menos en ambas tras caer lesionado. Tanto, que el italiano empezó a rotarlo con Camavinga y a utilizar el doble pivote formado por Valverde-Kroos. Ambas soluciones le han dado resultado, y Tchouameni ha pasado a ser una de las opciones y no la opción.

LA SOMBRA DE CASEMIRO

El francés es preso de las comparaciones con Casemiro. dos jugadores de características similares, pero con mentalidades diferentes. Tchouameni tiene problemas para ser el guardaespaldas de sus compañeros, labor que el brasileño bordaba. Son jugadores que se parecen, pero el francés sin balón no tiene la misma capacidad de sufrimiento y solidaridad que el ahora jugador del United, que olía donde le necesitaban para achicar agua.

A Tchouameni le gusta más jugar el balón, participar en el juego de construcción, pero su equipo tiene jugadores con más jerarquía que él en esa labor. Por eso, se le pide que se centre en defensa, en destruir, pero es una labor que le cuesta. El francés, con 24 años, tiene margen de mejora, pero su trabajo es encajar sus condiciones en lo que le pide el equipo. Si no lo consigue, tendrá un futuro complicado con el Real Madrid