Vulnerables por la falta de tensión

Zidane: "Para mí Benzema es el mejor delantero de la historia"

Zidane elogió a Benzema tras su doblete ante el Athletic / PERFORM

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Satisfacción en el Real Madrid por la victoria ante el Athletic por ganar sin merecerlo y en el que impuso la vieja fórmula de recurrir a un goleador, <strong>Benzema</strong>, y a las paradas del portero, Courtois, para llevarse el partido. Pero la resaca también deja preocupación por hacerlo ante un rival que jugó 75 minutos con 10 y que descubre que cuando no juega con tensión se convierte en un equipo vulnerable, defecto que le ha llevado esta temporada a sobreponerse a dos crisis y cuestionar el proyecto. 

Este Real Madrid necesita su máxima energía para ganar sus partidos. Si no lo consigue sufre, como ante el conjunto vasco, o acaba perdiendo, como ante el Cádiz o el Alavés. Rivales que se saben cerrar con el método básico de conceder las bandas y parapetarse por el centro y que al Athletic no le acabó de resultar por jugar con uno menos. Un Madrid que cuando pierde la tensión se convierte en un equipo frágil, previsible y en el que a algunos jugadores se les ven las ‘costuras’ como a Mendy Vinicius.  

4 PARTIDOS EXIGENTES EN 10

La falta de tensión suele ir de la mano del desgaste físico y en el Madrid hubo varios jugadores mostraron un nivel de agotamiento evidente. Eso provocó desatención defensiva que pasó factura, pero que pudo ser peor si Courtois no evita el empate en el minuto 93 del partido. Falló en la presión, descoordinada por la falta de físico y tensión que facilitó el empate de los leones en el arranque de la segunda parte. Los leones mantuvieron el partido abierto hasta el último suspiro pese a su inferioridad numérica

El apretado calendario no ha dado respiro al equipo blanco, que ha salido bien parado en los cuatro partidos que ha disputado en 10 días, donde ha conseguido seguir vivo en la Champions y en la Liga. Ganar partidos como ante el Athletic, aunque sea gracias a un delantero que la meta y un portero que las pare, son los que dan aire para mantener las aspiraciones. Una victoria que tiene triple valor por hacerlo jugando mal, porque mantiene la buena dinámica y porque le sirve para seguir compitiendo por la Liga.