Un Madrid pletórico vuelve a la Champions, pero sin Bellingham

El Real Madrid vuelve a su competición favorita, la Champions League, en un estado de satisfacción máximo tras la victoria liguera ante el Girona que le despeja el camino en la Liga. Le espera el Leipzig, un equipo que busca su mejor vuelo desde que comenzó 2024, pero que no acaba de despegar pese a la mejoría mostrada en sus últimos partidos. Los blancos llegan pletóricos por ser capaces de sortear adversidades que unen al equipo y que ahora se convierte en el más difícil todavía tras la lesión de Bellingham.

La ausencia del inglés es un contratiempo destacable, tanto que minimiza esas limitaciones en el eje de la defensa con las bajas de Militao, Alaba y Rudiger, que tendrán que cubrir con un central improvisado como es Tchouameni y con el eterno suplente y ya capitán Nacho. “Nunca pensamos en los que no están, sólo en los que están”, dice Ancelotti que, como sus jugadores, no miran a los que se han quedado en Madrid, se centran en lo que se van a encontrar en Leipzig.

MALOS RECUERDOS

Les consta que el año pasado perdieron 3-2 en el RB Arena ante un rival que le comió la moral en intensidad, una condición que los blancos suelen anular utilizando las mismas armas basadas en ese vigor físico de futbolistas preparados para situaciones parecidas. Guardiola reconocía que los jugadores blancos son “atletas”, y lo hizo precisamente entrenando al Bayern.

“Empieza lo bueno”. La frase de Kroos define el espíritu del Real Madrid ante la Champions. Gustan los grandes retos, por eso el alemán añade que “siempre es lo más difícil”. Y es que en ese vestuario hay muchos que vivieron las remontadas de la decimocuarta y asumen que el camino no va a ser sencillo. Cualquier equipo te pinta la cara en esta competición y los blancos son de los que saben que las debacles esperan en el lugar más insospechado y ellos son expertos en andar sobre el alambre.

RIVAL OFENSIVO

El Leipzig espera a los blancos inmerso en esa lucha interna en la que intentas consolidar tu identidad. Rose achaca el reglaje a “la calidad” que han perdido tras la marcha de algunos jugadores, pero han llegado otros: “Tenemos alma y buen espíritu en el vestuario, el rendimiento no es tan bueno como se espera, pero en los dos últimos partidos hemos dado un buen nivel”.

Rose parece haber encontrado su once tipo en los últimos partidos con el gigantón Sesko y la velocidad de Openda listos para hurgar en la herida defensiva blanca. Por detrás aparecen Dani Olmo y Xavi Simons para romper entre líneas. Kampl y Schlager sufren en la recuperación de balones, pero son creativos y manejan bien el juego. Todos forman un bloque ofensivo peligroso que tienen en vilo a Ancelotti: “Han marcado 26 goles en transición, los cuatro de arriba son muy rápidos. Tenemos que evitar sus transiciones”.

DEFENDER POR ENCIMA DE TODO

Al italiano le preocupa cómo defender esos peligros y eso le hace dudar sobre los jugadores que tendrá que elegir para evitarlo. Su prioridad es concienciar a sus hombres de lo que se van a encontrar y que el trabajo defensivo debe ser colectivo o van a sufrir.

Dos dudas en el once que opondrá el equipo ‘energético’: el portero, Lunin o Kepa, y el relevo de Bellingham. Los otros nueve serán los mismos que ganaron al Girona salvo Lucas Vázquez, que volverá al banquillo con el regreso de Nacho. El italiano tendrá que decidir entre Brahim, Modric y Joselu para reemplazar al inglés.