El Madrid necesitó muy poco para ganar el Clásico

El partido que se encontró del Real Madrid en el Nou Camp fue uno de los Clásicos menos exigentes de los últimos años. Necesitó muy poco para llevar a buen puerto el plan ideado por Ancelotti y tampoco tuvo la ambición de irse a por el rival inofensivo como ha hecho en otros partidos para cerrarlo con más goles. Le bastó lo que hizo para anotarse un triunfo plácido, práctico, sin florituras y sin demasiados sobresaltos.

Con el 0-1 a los 12 minutos replegó líneas para jugar al contragolpe sin necesidad de arriesgar nada. Cedió el control a un Barça que le exigió poco por su falta de pegada y no necesitó poner una marcha más para llevarse el partido. Por necesitar, no necesitó ni presionar en primera línea la salida del balón azulgrana, se limitó a esperar en mitad de su campo para jugar al contragolpe con comodidad.

MÁS EFECTIVO QUE ESPECTACULAR

Se aprovechó de la defensa adelantada del Barça para romper a sus espaldas con balones a los espacios por donde entraron Vinicius y Rodrygo apoyados por Benzema. En una de ellas Alaba se sumó al trío atacante en una contra para marcar el 0-1 y dejar patente la simplicidad de un plan que el Barça fue incapaz de desactivar. Un Madrid que jugó cómodo destruyendo ante la escasa amenaza de los azulgrana.  

Fue conformista con ventaja en el marcador y acabó encerrado para defenderse con orden ante la lentitud y previsibilidad ofensiva de los de Koeman, en los que solo Coutinho amenazó mientras tuvo fuerzas cuando salió en la segunda mitad. Ansu Fati y Memphis fue poco ataque para un Madrid disciplinado, más efectivo que espectacular salvo Vinicius que hizo la diferencia por su banda.