El fantasma del fracaso amenaza al Madrid

El Real Madrid juega esta noche una particular final de la Champions League para no escribir la que sería la página más negra de su historia en la máxima competición europea.

El conjunto blanco ha superado las 28 fases de grupos que ha disputado desde que el torneo cambiara su formato, en 1995. Y solo ha estado ausente de los cruces una vez, la temporada 96-97. Y fue porque el curso anterior no logró clasificarse para ninguna competición europea. Desde entonces, y ya han transcurrido 23 años, nunca ha faltado a la cita.

La errante trayectoria de los de Zinedine Zidane en este inicio de curso les ha llevado a la última jornada fuera de los ansiados cruces, aunque dependen de sí mismos, ya que una victoria ante el Borussia Moenchengladbach no solo les clasificaria, sino que les permitiría hacerlo como primeros de grupo. 

El empate también les serviría para estar entre los 16 mejores, aunque en segunda posición. Para ello necesitarían que el Inter supere al Shakhtar, con el que los madridistas tienen perdido el goal average.

La carambola ha situado el duelo del Alfredo di Stefeano bajo sospecha de amaño, ya que las tablas servirían tanto a madrileños como alemanes en caso de una victoria italiana, lo que deja al Inter en una situación de indefensión muy difícil de resolver.

Dicho de otra forma. Real Madrid y Gladbach podrían tomárselo con calma a la espera de ver cómo se resuelve el duelo en el Giuseppe Meazza. Y en este caso, la victoria jugaría en contra de los de Antonio Conte.

Sergio Ramos, al rescate

Zidane recompone su defensa para este trascendental encuentro. El técnico francés recupera a Sergio Ramos y Dani Carvajal, dos piezas fundamentales para dar solidez y equilibrio al juego del equipo.

El capitán regresa después de haberse perdido los últimos cinco partidos, tres de LaLiga Santander y dos de la Champions League, por una rotura fibrilar. El lateral, por su parte, solo ha podido disputar dos de los últimos encuentros, tras endadenar dos lesiones.

La enfermería blanca, sin embargo, suma dos nuevos inquilinos, Martin Odegaard y Luka Jovic, que no sale de una y se mete en otra. El bosnio acaba de superar el coronavirus, pero ahora se ha visto afectado por una tendinosis. El noruego, por su parte, arrastra un problema muscular.

Sin Eden Hazard, Fede Valverde y Mariano, Zidane tiene las cartas contadas, por lo menos en lo que se refiere al centro del campo, donde Luka Modric, Casemiro y Toni Kroos tienen el puesto asegurado.

El escaso rendimiento ofrecido por Isco y la línea descendente de Marco Asensio pueden llevar al técnico francés a apostar por Lucas Vázquez en el extremo derecho, reservando el ‘punch’ de Rodrygo por si el partido se pusiera feo.

El Gladbach, por su parte, viaja con las bajas por lesión de Ramy Bensebaini y Jonas Hofmann y con un plan similar al del partido de la primera vuelta, donde sorprendió a los blancos con la velocidad de Marcus Thuram, Alessane Pléa y Lars Stindl. Los alemanes tuvieron contra las cuerdas al Real Madrid, que levantó un 2-0 en los últimos tres minutos para salvar un punto.