La crisis con el gol del Real Madrid

German Bona

German Bona

"No se puede tapar el sol con un dedo". La frase dice mucho y sale desde el propio vestuario del Real Madrid. La expresó Keylor Navas tras caer 1-0 en Moscú y hace referencia a la marcha de Cristiano Ronaldo. Los 50 goles que promediaba el portugués cada temporada pesan como una terrible losa en un equipo que se ha quedado, literalmente, seco. Son ya más de cinco horas sin marcar, una barbaridad para un conjunto que siempre ha destacado por una tremenda pegada.

Y es que desde hace 12 años que no existe un precedente igual. El Madrid de Fabio Capello estuvo tres partidos seguidos, todos ellos de Liga, sin ver puerta la temporada 2006-2007. Pero el italiano era un técnico de corte defensivo y que tenía sus propias armas para compensar la falta de gol. Lopetegui, no. El Madrid actual ha marcado 17 goles en 10 encuentros y ha encajado 11, cuatro de ellos en estos tres partidos que tanto daño están haciendo.

Y lo 'curioso' es que el último gol marcado fue validado por el VAR. Fue ante el Espanyol, el 22 de septiembre. Marco Asensio dio los tres puntos a los blancos ante su exequipo, pero la celebración se hizo esperar. El videoarbitraje certificó la posición legal del mallorquín. Era el minutol 41 de partido y poco se podía esperar la parroquia madridista que aquí se acabarí por ahora el bagaje goleador del equipo. Han pasado ya 319 minutos, en los que los de Lopetegui encajaron una goleada en Sevilla (3-0), igualaron en el Bernabéu ante el Atlético (0-0) y ayer perdieron ante el CSKA de Moscú en la Champions (1-0).

Inesperado, aunque ya se estaban dando muestras de debilidad goleadora. Ante el propio Espanyol, solo ese gol de Asensio y en el anterior partido liguero, con 'oasis' del 3-0 a la Roma por medio, un único gol también en San Mamés (1-1).

LA SOMBRA DE CRISTIANO ES ALARGADA

Es cierto que el Real Madrid empezó bien la campaña en el aspecto goleador, con 12 goles en cuatro partidos, si bien no le sirvió de nada marcar dos goles ante el Atlético en el derbi de la Supercopa de Europa, porque los colchoneros celebraron cuatro; y el resto fue ante rivales de menor entidad.

La cuestión es que la sombra de Cristiano Ronaldo es alargada. La teoría decía que sin el portugués, el resto de delanteros tenían que repartirse los goles. Que se podía conseguir porque CR7 también acaparaba mucho protagonismo, tiraba las faltas y los penaltis, abusaba en ocasiones de individualismo, y ahora los demás podían librarse de estas cadenas y brillar más. Florentino se negó a fichar a un delantero de altísimo nivel y solo aceptó, al filo del cierre del mercado, que Mariano regresara a la casa blanca tras su progresión en Lyon. Lopetegui apenas le está dando bola, igual que a Vinicius, la promesa brasileña que juega más en el RM Castilla que en el primer equipo.

A la hora de la verdad, ha quedado clara la 'Ronaldodependencia' del equipo en los últimos años. Y más que soltar lastre sin el portugués, el Real Madrid se ha encadenado a su ausencia. Sin encontrar la llave para salir de la situación. Karim Benzema siempre fue el niño mimado de Florentino, pero el francés, a pesar de ser el máximo goleador de la temporada blanca, hace tiempo que ha perdido el beneplácito de la afición, y muchos no dudan en silbarlo.

Le sigue Gareth Bale con cuatro goles, pero con el galés no se puede confiar. Las lesiones le persiguen en su cabeza, incluso cuando no las tiene. Cuando está bien, se nota, pero a la postre su rendimiento está siempre limitado, siempre hay algún contratiempo, y más si se pone en perspectiva con Cristiano Ronaldo, depredador y muy regular.

Asensio era otro de los que tenía que adquirir galones y brillar, pero el mallorquín parece asustado ante el reto. Se le pide ser goleador cuando no lo es, tiene otras cualidades y la presión no es su mejor compañero. Parecido le pasa a Isco, ahora lesionado y que lleva dos goles, uno más que el defensa Sergio Ramos, al que siempre se acaba recurriendo.

La realidad es que estos jugadores no solo no se están repartiendo los goles que ha dejado de marcar Cristiano Ronaldo, sino que apenas son capaces de mantener sus propias cifras. La crisis goleadora del equipo blanco es galopante.