El Cádiz mide la crisis del Madrid

Malos tiempos para la lírica, que dirían Germán Copinni y sus Golpes Bajos. A Ancelotti se le ha caído el equipo y el Barça le ha adelantado por la derecha a modo Verstappen a Hamilton. Donde antes había flores ahora crecen hierbajos, lo contrario que en el jardín de Xavi. Un Rayo hizo añicos a los blancos el lunes y ahora el Cádiz llega al Bernabéu frotándose las manos para recoger las migajas de un equipo a la deriva y que sigue sin contar con Benzema, el delantero que les inspira. 

“Vamos con la idea de ser un nuevo accidente en la Liga del Real Madrid”, dice Sergio, técnico amarillo, “pese a que nunca es un buen momento visitar el Bernabéu”. El penúltimo de la Liga mide la crisis blanca, que viene depresivo tras dos tropiezos. Un Madrid que se desangra y que se arriesga a irse al Mundial o de vacaciones roto y señalado desde dentro. 

Ancelotti sabe que tiene dos problemas. Uno es ajeno, el Mundial, y otro es propio, causar la fatiga de sus elegidos que juegan con “malas sensaciones”. El Cádiz, que juega en otra Liga, como el Girona hace una semana, es una amenaza demasiado seria para un equipo que ha perdido el feeling. 

Los amarillos llegan convencidos de sus opciones ante la poca intensidad y espíritu de los madridistas en sus últimos partidos. Sergio mete el dedo en la llaga al decir que necesitan que los jugadores de Ancelotti “tengan la sensación de que deben correr hacia atrás”. Y es que en el repliegue defensivo de este Madrid no se parece en nada al del año pasado. Todo es pura coincidencia.

Eso de correr para guardar la viña no entra en el desgaste de los internacionales en sus últimos partidos. Bueno, desde que empezó la Liga, porque han encajado un gol o más en once de los trece partidos que han jugado, y cuatro en los seis de la Champions. Da lo mismo que el italiano ordene bloque bajo que presión arriba, que llueven los goles en contra raje o no Courtois. Algo está fallando y algunos apuntan a que Casemiro era mucho Casemiro. 

Demasiadas dudas

Este Madrid duda cuando se intenta blindar y por ahí se cuelan los rivales. Se acusa con poco tiento a la defensa titular de no estar a la altura, pero el problema es del bloque. Un Madrid que defiende en zona pero sin rigor ni la solidaridad, en el que cada cual vigila de lejos a su par dejando espacios y aire para que jueguen. Una cuestión de disciplina que muchas veces falla por falta de fuelle.

Ancelotti no se guardará nada al recuperar a Kroos en el centro del campo. La duda es si mantendrá a Asensio por Valverde o Modric y con Rodrygo por Benzema. La otra baja es Rudiger, que no altera la defensa. Sergio también tiene problemas en la zaga con las bajas de Chust, M’Bayé y pendiente de la sanción a Luis Hernández al que supliría Cala. Y respira con la recuperación de Fali. Mantendrá a Álex Fernández y San Emeterio y duda si reforzar la media con a Alcaraz por uno de los extremos, Ocampo o Bongonda.