El Bernabéu no se deja engañar

El mal partido del Madrid ante el Leipzig llevó a su afición a pitar en más de una ocasión, y a despedir al equipo al descanso con una sonora bronca

Ancelotti achaca el “mal partido” a la “perdido de frescura, del control, de la verticalidad, y de una posesión floja y lenta. Creo que eso lo tenemos que recuperar pronto”

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El Real Madrid sale vivo y estará en los cuartos de final de la Champions League / Telefónica

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Siempre se ha dicho que ir al Santiago Bernabéu es como ir al teatro. Una afición que acude a disfrutar del espectáculo y que se anima al ritmo del juego del equipo. Ante el Leipzig fue exactamente lo contrario, pagaron entrada para sufrir y ver a su equipo persiguiendo a un rival al que solo le faltó efectividad y creérselo para pasar la eliminatoria. Un espectáculo que no gustó al público que llenó las gradas del Bernabéu y que reprochó con varias pitadas.

El Bernabéu no se dejó engañar pese a que los blancos se retiraban al descanso con un 0-0 que habilitaba el 0-1 de la ida, y despidió a sus jugadores con una sonora pita que hace mucho que no se veía en el templo madridista, y mucho menos en su competición preferida. Un aviso muy serio para Ancelotti y para algunos de sus jugadores, por no decir casi todos, porque ve como su equipo se viene cayendo en los últimos partidos y no hay forma de que retome la solidez que le mantiene en una posición privilegiada en la Liga y, por suerte, en la Champions.

LOS MOTIVOS DEL BAJÓN

El técnico italiano asume la responsabilidad del bajón futbolístico del último mes, y lo resumió así: “Hemos hecho un mal partido. Creo que el motivo de nuestra situación es por la perdida de frescura, del control en los partidos, de la verticalidad en ataque, y que nuestras posesiones son flojas y lentas. Creo que eso lo tenemos que recuperar pronto”. Detectados los fallos, el trabajo del italiano es recuperar el tono de unos jugadores a los que se ve cansados.

El once blanco que no dio la talla ante el Leizig

El once blanco que no dio la talla ante el Leizig / Efe

La afición del Real Madrid es exigente y su presidente Florentino Pérez actúa en consonancia a esa rigurosidad. La temporada entra en su recta final y cualquier equipo firmaría la situación en la que se encuentran los blancos en la Liga, líderes con siete puntos de ventaja sobre el segundo, y clasificados para cuartos de final de la Champions.

LAS PITADAS FUERON JUSTAS

El fútbol que despliega el Real Madrid en el último mes hace que sus rivales tengan razón al creer que tienen posibilidades de darle caza en la competición doméstica, y en Europa pierde peso para ser uno de los grandes favoritos a ganar la Champions. Su público lo sabe y Ancelotti y sus jugadores, también. Reaccionan o todo lo que han hecho hasta la fecha no les valdrá para ganar los dos títulos a los que aspira.

Openda se lamenta de una ocasión fallada

Openda se lamenta de una ocasión fallada / Efe

El propio Ancelotti hizo un análisis sensato del reproche recibido por su afición en el partido ante el equipo alemán: “La crítica hoy (por ayer) es totalmente justa. Los pitos al final de la primera parte son merecidos. Nos han despertado. Creo que es necesario tener un público exigente como es el del Bernabéu”. Las aficiones son siempre soberanas y la del Madrid es de las más estrictas de nuestro fútbol, se entrega cuando el equipo juega y se revuelve cuando le defrauda.