A asegurar el pase sin arriesgar a Bellingham

La victoria clasifica matemáticamente al Real Madrid para los octavos de final

Modric, Güler y Brahim se disputan la plaza del inglés si Ancelotti decide no alinearle

Así fue el último entrenamiento del Real Madrid antes del partido ante el Braga

Así fue el último entrenamiento del Real Madrid antes del partido ante el Braga / EFE

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Una victoria ante el Sporting de Braga metería al Real Madrid en los octavos de final de la Champions. Sería un respiro para Ancelotti, que se piensa si alinear a Bellingham que llega maltrecho al partido con una luxación de hombro.

“Lo decidiremos antes del partido”, decía el italiano, al que una victoria le daría mayor margen de maniobra para sortear un calendario agotador. Los portugueses también necesitan los puntos para forzar su suerte y asegurarse, como poco, su presencia en la Europa League si no pueden con los blancos ni con el Nápoles. 

Con todo

Artur Jorge llega con todos disponibles en busca de una proeza. Se espera que no se guarde nada con su once de gala, aunque podría hacer algún retoque para contrarrestar algunas de las virtudes del rival. Un técnico valiente que apuesta por el balón y un juego ofensivo apoyado en jugadores peligrosos como dejaron patente en la ida. Es de esos rivales que si le das alas vuela alto y ataca directo. 

Ancelotti sigue con las bajas de Tchouaméni y Ceballos, aunque recupera a Mendy. La duda es quien jugará por Bellingham. Modric, Güler o Brahim tienen opciones. En el único partido que el italiano dio descanso al inglés, Las Palmas, puso a Brahim. “Tendrá su papel mañana (por hoy) o en los próximos partidos”, decía ayer Carletto sin aclarar demasiado.

Ancelotti tiene otro reto además de sumar los tres puntos, que su equipo marque más goles. El técnico se equivocó ayer al sacar su vena ‘catenazza’ que le aleja de la filosofía de la que hace gala el Madrid. “Sigo pesando que el que menos encaja, más posibilidad tiene de ganar”, lo dijo contraviniendo el espíritu histórico de un equipo que siempre jugó al ataque marcando un gol más que el rival.