La semana negra de Pep Guardiola

El champán continúa en los refrigeradores del Etihad Stadium a la espera de ser descorchado. Los aficionados del Manchester City se frotaban las manos nada más pensar en la idea de alzar la Premier League ante su némesis ciudadana. Pero deberán aguardar todavía un poco más. Los ‘sky blue’ tienen el cetro inglés mucho más que encarrilado. Ni una debacle podría privarles del entorchado. Sin embargo, por la parte celeste de Manchester empieza a haber un ligero runrún en torno a la figura de Pep Guardiola. 

Todos esperaban que la segunda temporada del de Santpedor al frente de los ‘citizen’ fuera la de la consolidación de la idea futbolística de Guardiola en el equipo. El Manchester City ha jugado y está jugando muy bien al fútbol. Con los conceptos muy claros y el juego de posición y posesión que caracteriza a las escuadras del catalán. Eso le ha valido para arrasar durante gran parte de la Premier, liderando la competición en todo momento y endosando goleadas como la recibida por el Liverpool en la cuarta jornada del campeonato (5-0). 

Pero es el equipo de la ribera del Mersey el que ha devuelto a Guardiola al limbo de las dudas.  Su City, un equipo hecho a base de talonario y petrodólares, sucumbió con estrépito en la ida de los cuartos de final en Anfield. Los ‘scousers’ sacaron los colores a la multimillonaria defensa de los celestes. Walker, Kompany, Otamendi y Laporte fueron un desastre ante los ‘reds’ y el 3-0 fue un resultado más que justo. Jürgen Klopp, con una plantilla mucho más limitada desde la partida de Coutinho, dio un baño táctico a Guardiola. La vuelta al equipo del Kun Agüero es el clavo ardiendo al que se aferran los celestes para remontar. Nunca se puede descartar a un equipo del potencial de los mancunianos, aún más cuando están heridos en el orgullo. Pero la empresa se antoja complicada para los de Pep Guardiola.

otra vez mourinho

Los caminos de Pep y el entrenador de Setúbal continúan cruzándose. José Mourinho hizo otra muesca en su culata en la tarde del sábado. La brecha provocada por el estrepitoso fracaso en octavos de Champions League quedó ligeramente cauterizada tras aguar la fiesta al Manchester City.

El United, un equipo errático y en muchas fases de la temporada apático y que ya no se juega nada en la Premier, dio una pequeña alegría a su afición al posponer las celebraciones de los de Guardiola. El de Santpedor no atraviesa su mejor momento en Manchester. El dinero no da la felicidad.