Un 'matón' llamado Kyle Walker

A sus 33 años, el defensor del Manchester City está en un momento de forma extraordinario

Fue el responsable de retener a un desatado Luis Díaz en la 'batalla' frente al Liverpool

El City sobrevive a Anfield en el último baile entre Guardiola y Klopp

Kyle Walker pelea con Luis Díaz por un balón en Anfield

Kyle Walker pelea con Luis Díaz por un balón en Anfield / AP

Iker Lloveras

Iker Lloveras

En un contexto de riqueza futbolística donde destaca la inteligencia de Bernardo Silva, el desparpajo de Phil Foden, la voracidad de Erling Haaland, el talento de Kevin De Bruyne o la solidez de Rodrigo Hernández, hay una pieza sin la que no se entiende el puzle perfecto del maestro Pep Guardiola. Lejos de los focos, Kyle Walker sigue siendo el guardián de un equipo que cuando tiene que sufrir está tranquilo gracias al buen hacer de su 'matón de discoteca' particular. Los rivales le temen, y en Anfield volvió a demostrar su agresividad al servicio del equipo.

No era un partido fácil, ni mucho menos. Seguramente, el más difícil de la temporada. Enfrente, un Liverpool decidido a dar el golpe definitivo para asaltar el liderato de la Premier League. 60.000 gargantas haciendo de Anfield una auténtica olla a presión. Kyle Walker se las tuvo que ver de todos los colores durante los noventa minutos, obligado a multiplicar esfuerzos en defensa y retener por lo civil o por lo criminal a los hombres de Jürgen Klopp.

A sus 33 años de edad (cumplirá 34 en mayo), el defensor de Sheffield fue capaz de negarle la victoria a una delantera formada por Darwin Núñez, Harvey Elliott y Luis Díaz, que hizo lo imposible para 'destrozar' su banda. Con un total de 13 duelos ganados, un 84% de acierto en el pase y un 'tackle' como último hombre, logró retener la furia del Liverpool. Gracias a un poderío físico exhuberante, consigue corregir sus errores con carreras poderosísimas y una enorme habilidad para desconectar al rival. Podrás cuestionar sus métodos, pero nunca sus resultados.

UNA 'PESADILLA' CON LUIS DÍAZ

Uno de los varios errores que corregió fueron provocados por el gran agitador de la tarde: el colombiano Luis Díaz. Un travieso habitual, el extremo de los 'reds' fue un auténtico quebradero de cabeza para Walker, que tuvo que esforzarse a lo grande para impedir que este ganara el partido para los de Klopp. Y lo cierto es que lo consiguió, aunque en ocasiones parecía que perdía los duelos y el colombiano lograba superarle. Pero para quitarte de encima a Walker tienes que rematarlo cien veces.

Walker, en una acción defensiva con Diaz

Walker, en una acción defensiva con Diaz / AP

Constantemente, el colombiano encaraba al inglés y lograba salir del primer envite, pero enseguida veía por el retrovisor a un futbolista rival enfurecido con el balón entre ceja y ceja. Como si los años no pesaran en él, Kyle Walker sigue siendo el jugador con una exhuberancia física más diferencial en este Manchester City (con el respeto de Erling Haaland, por supuesto), y es un salvavidas constante para la atrevida propuesta de Pep Guardiola. No podrían vivir sin él.

CAPITÁN EN CUERPO Y ALMA

Buena prueba de ello es la oferta de renovación que le ofrecieron (y aceptó) el pasado mes de septiembre hasta el 30 de junio de 2026. Si cumple el contrato, en su carné de identidad tendrá 36 años. Otra cosa son los años que se quite sobre el terreno de juego, que son unos cuantos. Un capitán en cuerpo y alma, con o sin brazalete, siempre al pie del cañón.

Y es que no hace mucho, Pep Guardiola logró retener al inglés de una salida al Bayern de Múnich que parecía más que hecha. El técnico de Santpedor, consciente de la importancia de un futbolista capital en su esquema, hizo lo imposible para convencerle de su continuidad en Manchester. En la que es su séptima temporada en el Etihad, Kyle Walker suma 36 participaciones entre todas las competiciones. No es el que más destaca de cara a las portadas, pero el día que no esté lo echarán muchísimo de menos.