Mac Allister lidera la remontada del Liverpool

El Liverpool se metió de lleno en el papel y 'resucitó' ante un Brighton que silenciaba Anfield en el minuto dos de partido. Parecía que Danny Welbeck le hacía un favor al Arsenal, pero el conjunto de Jürgen Klopp demostró porqué es serio candidato a llevarse este ajustadísimo título de la Premier League (2-1).

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Deberes hechos. Después de picar mucha piedra, sí, pero su parte del trabajo ya está hecha. Y, ahora, estarán bien pendientes a lo que suceda en el Emirates. Porque si Arsenal y City empatan, serán los nuevos líderes de la competición a falta de ocho jornadas por disputarse.

Y es que, partiendo de la base de que se veían las caras dos equipos con un potencial ofensivo tremendo - Salah, Darwin, Luis Díaz, Adingra, Welbeck y compañía - era de esperar que viviéramos un duelo frenético y con un ritmo altísimo.

SUSTO INICIAL

Danny Welbeck sorprendía nada más arrancó el partido. Una gran conducción de Simon Adingra por banda izquierda terminaba en un centro que aprovecharía el ex del Arsenal, después de que el balón se quedara en el área por varios rebotes de la zaga 'red'. Sin embargo, a partir de ahí el Liverpool se creció, empezó a realizar una presión alta y se plantó en campo rival.

Pocos minutos después de encajar, reclamaron un penalti sobre Darwin por un agarrón de Estupiñán, pero David Coote no lo consideró punible. Salah hizo su clásica jugada por la banda derecha, recortando hacia dentro y enviando un disparo cruzado, pero se marchó por poco. Y el Brighton se dedicó a achicar agua y a aprovechar algun contraataque.

ASEDIO CONSTANTE

El Brighton plantó la línea muy arriba, por lo que era muy fácil ganarle la espalda, sobre todo por el carril derecho de Conor Bradley y Mohamed Salah. El joven lateral protagonizó varias internadas en banda derecha, adelantándose en más de una ocasión a Adingra y robando varios balones peligrosos. Uno de ellos, de hecho, terminó en las botas del egipcio, pero que envió ligeramente por encima de la portería de Verbruggen.

Y después de una infinidad de ocasiones, llegaría el empate. En un rechace tras un saque de esquina, Salah la puso en el área de cabeza, y Luis Díaz aprovechó la desconexión de los 'seagulls' para meter la puntita e igualar el partido.

OMNIPRESENTE MAC ALLISTER

La figura de Mac Allister fue clave. Si el Liverpool no lo encontraba en la salida de balón, no era capaz de progresar en ataque. Y, sobre todo en la primera mitad, dio un recital con balón. Se sintió muy cómodo en el césped, y de sus botas nació una de las ocasiones más claras de los primeros 45 minutos, que finalizó Salah.

Y en la segunda, le regaló el gol al egipcio. Recibió un pase horizontal de Szoboslai en la media luna y le filtró un balón exquisito al '11', para que definiera a placer y culminara la remontada del Liverpool.

El Brighton prácticamente no dispuso de opciones, y la más claras las tuvieron, en primera instancia, Dunk en un remate de cabeza que desvió Kelleher a saque de esquina en el último cuarto de hora del partido, el ex 'red' Lallana, en un disparo cruzado que envió muy lejos de los tres palos, o Welbeck, que también la envió al lateral.