Lukaku y el Chelsea, la historia de un fracaso

Romelu Lukaku puede ser, tranquilamente, uno de los peores fichajes de la historia de los últimos tiempos. En el Chelsea, seguro. Nunca antes el jugador más caro de la historia de un club (115 millones) había decepcionado tanto dentro del campo como fuera de él. A la primera de cambio, el belga se arrepintió de dejar el Inter y quiso forzar su salida desde entonces. Una actitud impropia de un futbolista de su nivel y por el que el conjunto 'blue' apostó de lleno para recuperarle siete años después de que abandonara Stamford Bridge.

El acuerdo con el Inter ya está cerrado, y Lukaku volverá a préstamo tras el pago de 8 millones de euros al Chelsea. Para desgracia del belga, no se incluirá opción de compra en la operación. Así, el conjunto 'blue' consigue deshacerse del problema que había sido el jugador a lo largo de la temporada, confesando su descontento con el club en diciembre y pidiendo ni corto ni perezoso volver al Inter.

Thomas Tuchel confió en él más de lo que lo merecía, probablemente. No debe ser fácil tampoco tener a un jugador de 115 millones en el banquillo, pese a que se lo hubiera ganado por su rendimiento. La realización inglesa se cebaba constantemente con él. En 44 partidos en la temporada marcó 15 goles, la mitad de lo que consiguió en su último año en el Inter.

A Lukaku se le veía perdido, como desencajado, fuera del equipo y con la cabeza siempre en otro sitio. Siete años después de su marcha del Chelsea en 2014, año en el que firmó por el Everton, la afición 'blue' se encontró con un jugador que no se parecía en nada al Lukaku de los 115 millones del Inter.

Si el belga pensaba que saliendo de Londres sus problemas se iban a evaporar, lo lleva claro. Según el 'Daily Mail', los ultras del Inter habrían pedido a los aficionados del club que no le den la bienvenida al belga cuando llegue a Italia.

En la 'Curva Nord' tildan a Lukaku de desertor tras su salida del club el pasado verano. De hecho, un mural en el que aparecía junto a Ibrahimovic fue llenado de palabras como 'traidor' o 'vendido'. "Todo lo que pase en el futuro con él se lo tendrá que ganar sobre el campo con humildad y sudor", decía un comunicado del grupo.

En Italia, el belga deberá recuperar sobre el césped lo que ha perdido en menos de un año. Un talento como el suyo no puede perderse de un momento a otro, y si necesita volver a 'casa' para renovar sus aspiraciones en el Chelsea será bienvenido. Ese es el plan que contemplan desde Londres. Tampoco tienen otra opción.