El Liverpool da otra vida a Guardiola

Mohamed Salah, desolado tras el partido

Mohamed Salah, desolado tras el partido / EFE

Alba López

No termina el Liverpool de dar ese golpe definitivo sobre la mesa que le sirva para dejar medio cerrada la Premier League. Ante el Leicester, y en Anfield, los de Jürgen Klopp no pudieron pasar del empate y solo fueron capaces de aprovechar parcialmente el regalo que les hizo el Newcastle el martes imponiéndose al Manchester City (2-1). A pesar de todo, los 'reds' amplían su distancia en la tabla con el equipo dirigido por Pep Guardiola hasta los cinco puntos. 

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Premier League

1
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Alineaciones
Liverpool
Alisson; Henderson, Matip, Van Dijk, Robertson; Wijnaldum, Keita (Lallana, 67'); Mané, Firmino (Sturridge, 82'), Shaqiri (Fabinho, 67').
Leicester
Schmeichel; Ricardo Pereira, Evans, Maguire, Chilwell; Mendy, Ndidi; Gray (Okazaki, 84'), Maddison (Choudhury, 75'), Albrighton; Vardy (Iheneacho, 90').

No se habían cumplido los dos primeros minutos de juego cuando el líder de la Premier abrió al Leicester en canal. Mané recibió el balón en el vértice derecho del área y batió a Schmeichel con un disparo ajustado al palo largo que llevaba el empeine del senegalés escrito en su trayectoria. Volvía a sonar rock and roll en Anfield después de unas semanas de música clásica.

Con el campo cubierto por una fina capa de granizo, el Liverpool se lanzó a tumba abierta pista abajo y pudo dejar el partido visto para sentencia en dos ocasiones de Firmino y el revoltoso Mané. Rozó el gol el brasileño en un disparo cruzado que obligó a Schmeichel a tirarse abajo y meter la manopla. Instantes después, fue el extremo africano quien pudo mandar el balón a la red con un testarazo a la salida de un saque de esquina que se marchó desviado. 

Todo el peligro que generó el Leicester en la primera parte fue un cabezazo libre de marca de Albrighton que el centrocampista remató fatal. Hasta que al filo del descanso Maguire ponía el partido patas arriba aprovechando un error defensivo del Liverpool en una acción muerta que permitía al defensa batir a placer a Alisson a bocajarro.

Ese tanto contagió de alegría a los 'foxes', que tras el paso por vestuarios salieron sin complejos y tuvieron el 1-2 en las botas de MaddisonFirmino, poco después, estuvo a punto de introducirse el balón en su propia portería en una falta lateral que salvó Alisson de milagro con una intervención felina. El Liverpool parecía grogui.

Despertó de su letargo a los 'reds' Keita en una internada dentro del área en la que Klopp y todo su banquillo reclamaron al unísino penalti. El colegiado, sin embargo, entendió que no había contacto de Ricardo Pereira con el guineano y metió la para hasta el corvejón, porque realmente sí lo hubo.

Entraron entonces Lallana Fabinho al campo por Keita Shaqiri, y a falta de ocho minutos para el final hizo lo propio Sturridge por Firmino, una mala idea. Tanto, que se le hizo de noche al equipo de Klopp, que vuelve a meter al City de Guardiola en la lucha por el título.