Un culebrón que 'Contenúa'

La relación entre Roman Abramovich y Antonio Conte podría acaparar portadas de la prensa rosa. Como una pareja de adolescentes, el magnate ruso y el entrenador italiano viven instalados en una montaña rusa emocional, con altibajos y vaivenes donde sólo el Chelsea sale perdiendo. 

Esta inestabilidad entre el jefe del club y el del vestuario se plasmó la temporada pasada sobre el terreno de juego. En el sudoeste de Londres las alegrías brillaron por su ausencia. Quintos en la Premier League y eliminados por el Barcelona en octavos de la Champions League, en Stamford Bridge se ha instalado un ambiente de pesadumbre que ni la consecución de la FA Cup se encargó de esfumar.

Grifo cerrado 

Abramovich todavía no ha movido ficha en este mercado estival. Muchos son los nombres que se relacionan con la entidad ‘blue’, sin llegar a ningún puerto negociación alguna. Parece que el ruso tiene otras cosas importantes en las que pensar antes de reforzar la plantilla. Como por ejemplo, qué hacer con Antonio Conte.

Al transalpino le resta una temporada de contrato y su idea es cumplirlo, salvo que Abramovich decida destituirle y abonarle los diez millones de ficha. El propietario del club no parece por la labor de satisfacer al entrenador de Lecce y es por eso que el sábado en las instalaciones de Cobham dirigió la primera sesión de entrenamiento del Chelsea. La anunciada llegada de Maurizio Sarri a Stamford Bridge deberá esperar. 

Sin rastro de Conte

El técnico italiano se puso al mando de los Cesc, Pedro, Marcos Alonso, David Luiz, Drinkwater y compañía, aunque, a juzgar por el reportaje gráfico ofrecido por las redes sociales del club, el transalpino no apareció por el campo de entrenamiento de Cobham. Antonio Conte no lució en ninguna de las imágenes publicadas por el gabinete de comunicación. El de Lecce es sabedor que tarde o temprano deberá hacer las maletas y los jugadores también son conscientes que probablemente pronto tendrán a un nuevo jefe.