Divorcio multimillonario de Abramovich

La noticia se hizo pública después de que un periódico aseguró tener fotos del ruso con su nueva pareja en París

El propietario del Chelsea, el magnate ruso Roman Abramovich, se ha divorciado de su esposa Irina. Un hecho que no pasaría de ser una separación más si no fuese que el empresario del petróleo está considerado como el segundo hombre más rico del Reino Unido y el decimosexto del mundo, con una fortuna de 14.130 millones de euros.

A través de un escueto comunicado, emitido en nombre de la pareja, Abramovich oficializaba sus cada vez más inexistentes relaciones con su segunda mujer, una ex azafata de Aeroflot de 39 años y madre de sus cinco hijos. Según el portavoz del magnate, John Mann, el divorcio ha sido "por consenso" y la pareja se ha puesto de acuerdo en las condiciones económicas y en las garantías para el futuro de sus cinco hijos.

MIL MILLONES

Los términos económicos del divorcio se elevan a mil millones de euros, una cantidad que supera el patrimonio total estimado del ex Beatle Paul McCartney, y que podría haber alcanzado los 7.000 millones si la ruptura se hubiese oficializado en Inglaterra y no en Rusia. Irina, además, puede elegir ahora entre una amplia variedad de otros valores, entre ellos, yates, mansiones, coches de lujo y jets privados. Sólo los tres yates de lujo de Abramovich están valorados en 150 millones de euros y sus dos aviones Boing, en 125 millones de euros más.

El anuncio del divorcio se dio a conocer después de que el diario 'The Sun' informara de que Abramovich había sido visto paseando en París en compañía de la ex modelo rusa Daria Zhukova, de 25 años. El dueño del Chelsea, no obstante, ha insistido varias veces en que él y Zhukova -ex novia del tenista ruso Marat Safin- son sólo amigos, y sus abogados amenazaron con actuar contra quienes publicasen las fotos que se tomaron de la pareja en la capital francesa. Según el diario 'Daily Mirror', Daria Zhukova había sido vista en un box privado de Stamford Bridge en diversas ocasiones, así como con Abramovich en un hotel de Barcelona tras un partido del Chelsea en el Camp Nou.

El divorcio de Abramovich no debe preocupar a los 'supporters' del Chelsea. "Los trámites del divorcio no afectarán a los intereses corporativos de Abramovich, entre los que se incluye el Chelsea", señala el comunicado.