El Aston Villa vence a un incierto Everton

Derrota por dos goles a cero de un Everton que salía con todo en Villa Park. Marco Silva, a excepción de Moise Kean, alineaba en su habitual 4-2-3-1 toda la artillería pesada arriba para sumar otros tres puntos tras la victoria pasada ante el Watford.

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Premier League

AST

2

0

EVE

Alineaciones

Aston Villa
Heaton; Guilbert, Engels, Mings, Taylor; Douglas Luiz, McGinn, Grealish; Trézéguet (Al Muhamaddi 85'), Jota Peleteiro (El Ghazi 76'), Wesley

Everton
Pickford; Coleman, Keane, Mina, Digne; Schndeiderlin, André Gomes; Richarlison (Walcott 77'), Sigurdsson (Iwobi 61'), Bernard (Kean 61'); Calvert-Lewin

Goles

1-0 M.21 Wesley, 2-0 m.90+4 El Ghazi

Árbitro

Michael Oliver / TA: Aston Villa: Guilbert 4' , Trezeguet 84' / Everton: Calvert-Lewin 53'

Campo

Villa Park

El encuentro inició con un dominante conjunto 'toffee' que marcaba el ritmo del encuentro. Siempre verticales y bajo la batuta del islandés Sigurdsson, el Everton no dejaba de estrelñlarse contra el muro que Dean Smith, técnico villano, le puso enfrente.

Con el partido ya entrado a un ritmo más frenético, Jota Peleteiro se avanzaba para los locales en una magnífica jugada que terminaba con un Pickford derrotado y angustiado por la fragilidad de su defensa.

La segunda mitad empezaba, y mediante el canterano Grealish que el Aston Villa llegaba con peligro, pero la dupla Mina - Keane se mostró fiable una vez más. Dicha pareja defensiva, que se espera que sea la titular para toda la temporada, dio muestras de tranquilidad a la par que de nervios según el momento del partido, algo que un Everton que aspira a asaltar el Top-6 no puede permitirse.

Ya con el partido entrando en los últimos compases que los de Marco Silva asfixiaron la salida de un Aston Villa que no titubeó ni un segundo para echar el balón al aire y respirar. Varias ocasiones se encadenaron, pero el palo (y Heaton) se interpusieron. Finalment fue El Ghazi quien aprovechó todo el tiempo posible para poner el 2-0 en el último minuto del partido ante un Marco Silva que no daba crédito