La valentía de Xavi

Xavi deberá desplegar todos sus conocimientos para reflotar al Barça

Xavi deberá desplegar todos sus conocimientos para reflotar al Barça / EFE

Rubén Uría

Rubén Uría

No existe ninguna garantía de que Xavi Hernández vaya a ser la solución para el Barcelona. Ninguna. Lo que nadie puede negar es que su llegada es un chute de ilusión para el barcelonismo, porque con Xavi vuelven la identidad y os valores de la casa. De Xavi uno no espera títulos, ni castillos en al aire, ni falsas promesas. De Xavi uno espera es que no se traicione a sí mismo, que sea valiente, que mejore el juego del equipo y que defienda el modelo.

Jugar mejor, mucho mejor. Ese es el título al que aspira Xavi. Desterrar el victimismo, enfrentar el conformismo, recuperar la exigencia y combatir los demonios interiores de la plantilla. En su día, Luis Aragonés, que en paz descanse, convenció a jugadores que no parecían campeones de que lo eran.

Xavi, que recuperó su autoestima como futbolista gracias a Luis, tendrá que hacer ahora de ‘Sabio’: su primera tarea será convencer a estos jugadores de que son mucho mejores de lo que parece. Se encuentra un equipo deprimido, instalado en la duda, plagado de lesionados, que bracea en chicle en la clasificación, que no tiene un euro en la caja y que juega con niños, que curiosamente son los que están dando la talla en época de vacas flacas.

Un Barcelona de Hacendado, con perdón. Tendrá que escalar una escarpada montaña de dificultades, pero tiene hoja de ruta y empeño en desarrollarla: convencer a los veteranos de que todavía les queda fútbol en el sotano, hacer aún mejores a una serie de chavales que no tienen techo, conjugar los verbos ganar y gustar, recuperar la ilusión del aficionado y volver a llenar las gradas del Camp Nou.

Fácil de decir, difícil de hacer. Aunque si alguien puede conseguir que el club regrese al estilo que jamás debió abandonar, ese es Xavi. Talibán del juego de posición, fundamentalista del balón, esteta convencido y defensor de La Masia, su aventura será puerta grande o enfermería. Si triunfa, será imponiendo las esencias del juego que convirtió al Barcelona en la referencia mundial. Y si fracasa, será siendo fiel a su idea.

Xavi hereda un mal presente y quiere conquistar el futuro. El mítico actor Kirk Douglas solía decir que para conseguir cualquier cosa en esta vida debes ser lo suficientemente valiente para fracasar. Xavi quiere ser valiente, lleva años preparándose para ser valiente y el Barcelona necesita alguien que sea valiente para tomar decisiones. Dicen que el fútbol es el mejor relato de la vida.

Siendo así, los socios del Barcelona pueden tener algo claro: de los cobardes nada se ha escrito, porque solo los valientes reparan cualquier desastre. Que nadie dude cómo será el Barcelona de Xavi. Será con balón. O no será. Tratar bien al balón será tratar bien al socio.