El terremoto que provocó Raúl

Raúl habló de la actualidad de Barça y Madrid para SPORT

Raúl habló de la actualidad de Barça y Madrid para SPORT / Rent-A-Car

Ernest Folch

Ernest Folch

La estupenda entrevista de Tomàs Andreu a Raúl que publicó este periódico el pasado lunes ha desatado un gran terremoto con multitud de réplicas. El detonante fue una frase (“nunca se puede decir que no haré esto o lo otro”), en la que el exdelantero madridista daba a entender que no descartaba trabajar un día para el Barça. La respuesta de Raúl provocó la pregunta que provocó la famosa respuesta de Piqué sobre los valores del Madrid y el palco del Bernabeu, que al mismo tiempo provocó la réplica de Ramos. Ayer seguían las consecuencias: Luis Enrique defendió a Piqué y se declaró todavía “más radical” que el defensa blaugrana y Zidane, preguntado por si un día podría entrenar al Barça, dijo un “No” bien rotundo. El círculo se ha cerrado con el fichaje de Raúl por el Madrid, que a pesar de que lo nieguen no se habría producido esta semana y a esta velocidad de no haber sido por la entrevista que concedió a SPORT. Raúl vuelve al Madrid a toda velocidad para que nadie dude de su madridismo y Florentino tiene controlado y bajo su paraguas a uno de los pocos mitos blancos que podía hacerle competencia. Como en los matrimonios de conveniencia, ganan todos. 

Lo que ponen de relieve todas las declaraciones encadenadas de esta semana es que el fútbol es un espacio eminentemente sentimental en el que, a pesar de lo que nos dicen, lo más relevante (a pesar de ser crucial) no es ni siquiera ganar o perder, sino afirmarse en la propia identidad. Y como este deporte mueve emociones todo lo que en él ocurre es material extremadamente sensible. Los clubs de fútbol siguen representando valores y hasta culturas enteras que hacen que millones de persones se sientan representadas por su simbología. Cierto, el deporte rey está cada vez más mercantilizado y los jugadores cobran sumas estratosféricas pero basta recapitular lo que se ha dicho en los últimos días para recordarnos que, por suerte, no todo se hace únicamente por dinero.