El Real Madrid, especialista en ganar finales

Los jugadores del Real Madrid celebrando uno de los goles de Rodrygo

Los jugadores del Real Madrid celebrando uno de los goles de Rodrygo / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça ha conquistado (está a punto de conquistar) la Liga con una superioridad abrumadora sobre el resto de sus rivales. Ha ganado 26 de los 33 partidos disputados hasta ahora y, a cinco jornadas del final, tiene una ventaja de 13 puntos sobre el Atlético y 14 sobre el Madrid. Esta diferencia no es casualidad. Es fruto de la solvencia demostrada por el equipo a lo largo del torneo. Solo ha perdido 3 partidos. Y únicamente ha encajado 11 goles, con 25 porterías a cero. Unos registros que le proclaman merecedor campeón. La Liga es la competición que los entrenadores valoran más porque es la que, de verdad, mide el rendimiento durante toda la temporada. Xavi, precisamente, reivindica la trascendencia de este título porque es el que da credibilidad al proyecto y estabilidad al club. Aunque, por supuesto, no tiene la trascendencia mediática ni el glamour de la Champions. Curiosamente (o no), este Barça que ha brillado en la Liga ha fracasado doblemente en Europa. Y también en la Copa. Porque los torneos cortos y de eliminatorias se le han atragantado. Todo lo contrario que el Madrid, que se ha especializado en este tipo de competiciones. Los blancos han priorizado, desde hace tiempo, la Champions. Con muy buenos resultados por cierto: han triunfado en 5 de las últimas 9 ediciones. Tres de forma consecutiva. Y este año también han decidido apostar por la Copa. Y, por supuesto, también han logrado la victoria

La final de Sevilla entre Madrid y Osasuna se acabó casi al empezar. Lo que tardó Rodrygo en marcar el 1-0 tras el primer jugadón de Vinicius por la banda. Exactamente 107 segundos. Y es que el Madrid juega las finales para ganarlas. De hecho, ha ganado 18 de las últimas 20 que ha disputado, incluyendo la de este sábado. Solo dos derrotas: la Supercopa de Europa del 2018 ante el Atlético y la Supercopa de España del pasado mes de enero contra el Barça. Esta eficacia forma parte del ADN blanco. Un equipo que se crece en los encuentros decisivos. Que sabe imponerse. Y que aprovecha siempre sus oportunidades. Como hizo ante los navarros: dos acciones geniales de Vinicius y dos goles que sentenciaron el encuentro. Osasuna dio la cara (llegó a empatar el duelo) pero nada pudo hacer ante el talento del brasileño, que es tan buen futbolista como provocador y protestón. Pero gracias a su magia, a su velocidad endiablada, a su dribling imparable, el Madrid se llevó la Copa y sumó una final más ganada en su palmarés.