Una racha que no puede parar

El Barça lleva 14 partidos sin perder en todas las competiciones. Pero en la Liga, la última derrota blaugrana se remonta al 4 de diciembre (0-1 ante el Betis en el Camp Nou). Desde entonces, 10 victorias y 4 empates para protagonizar una remontada histórica que le ha colocado en segunda posición de la tabla. La racha del conjunto de Xavi debe seguir esta noche ante el Levante, un equipo que lucha desesperadamente por evitar el descenso, algo que le hace especialmente peligroso porque peleará a vida o muerte por cada punto.

El Barça no puede distraerse de su gran objetivo: clasificarse entre los cuatro primeros para poder jugar la próxima Champions. El título es una utopía debido a la ventaja de un Madrid que flaquea pero no falla. La batalla de los blaugranas es con el Sevilla y el Atlético, los dos rivales que compiten con el Barça por el subcampeonato. Hace solo tres meses, ser cuarto se antojaba un milagro. Los blaugranas estaban sumidos en una depresión futbolística y anímica que parecía irreversible. Pero la llegada de Xavi lo cambió absolutamente todo. La reacción fue inmediata y los fichajes de Alves, Ferran Torres, Adama y Aubameyang impulsaron la recuperación.

Hoy, el Barça es un equipo renacido que estaría en condiciones de conquistar la Liga si no fuera por el pésimo primer trimestre de temporada. El calvario de la agonía de Koeman perjudicó tanto al técnico holandés como a los jugadores. Mirar al pasado, sin embargo, no sirve para cambiarlo, pero sí para aprender de los errores. Y el Barça de Xavi lo ha hecho. 

El mal partido en Frankfurt también debe servir de lección. El empate fue un buen resultado que no puede esconder la realidad: al equipo le faltó intensidad y en muchos momentos se vio superado por un Eintracht físicamente más potente y más veloz. El Barça comprobó que si no juega todos los encuentros como si fueran finales puede correr el peligro de verse superado por cualquier contrincante. Xavi es consciente de ello. Y por eso le reclama a sus jugadores que no se relajen ni un segundo.

Ni en la Europa League (donde aspiran a ser campeones) ni en la Liga, donde deben refrendar su segunda posición en los 9 partidos que les restan por disputar. Empezando por el de esta noche en el campo del Levante. Hay que ganar para mantener la espectacular dinámica de un Barça resucitado. Hay que ganar para demostrar que el bajón de Frankfurt solo fue un accidente. Hay que ganar para demostrar que el futuro está más cerca.