El problema no era Lopetegui

El Madrid ha vivido autoengañándose durante un mes. Florentino Pérez puso en marcha toda su maquinaria mediática para hacernos creer que el problema de la crisis había sido Lopetegui y que la solución era Solari. Cuatro victorias ante equipos de segundo nivel (Melilla, Valladolid, Viktoria Pilzen y Celta) sirvieron para aumentar el espejismo. Hasta que el Eibar (otro modesto) devolvió al madridismo a la triste realidad con un contundente 3-0 que pudo ser mucho más abultado. La crisis del Madrid sigue ahí, básicamente porque no se ha atajado el verdadero problema: una plantilla decadente que ha perdido a su líder en el campo (Cristiano Ronaldo) y a su estratega en el banquillo (Zidane). 

La borrachera de las tres Champions consecutivas ha escondido todas las flaquezas de un equipo que ahora enseña sus vergüenzas. Mientras su presidente sigue creyendo que se pueden seguir ganando títulos solo con el nombre, el del Madrid y el suyo. Porque Florentino Pérez ha agravado la crisis del equipo actuando con esa prepotencia que tanto le caracteriza. Decidió no fichar un sustituto para Cristiano y el Madrid se quedó, de golpe y porrazo, sin 50 goles por temporada. Casi nada... No es de extrañar, pues, que en la Liga haya perdido la mitad de los puntos disputados (19 de 39). Y si sigue vivo es solo gracias a los favores del Barça. 

Solari, que ha firmado hasta el 2021, tampoco acabará su contrato. Porque no tiene en sus manos las herramientas para resolver la crisis blanca. Todo pasa por una auténtica revolución el próximo verano. Con un inconveniente añadido para Florentino: no hay cracks ‘fichables’ en el mercado. Su obsesión continúa siendo Neymar, pero le costará muy mucho sacarlo del PSG. Y no hablo solo de dinero...