Hummels sepulta a Mbappé y lleva al Dortmund a Wembley

Los de Edin Terzic vencieron al PSG en París por 0-1 y estará en Londres peleando por la Champions League

El semáforo del PSG - Dortmund: Dembélé, desacertado

Hummels mandó al PSG a la lona con su cabezazo

Hummels mandó al PSG a la lona con su cabezazo / EFE

Sebastián Vargas Rozo

Sebastián Vargas Rozo

Como en 1997 o 2013, sin estar en los planes de nadie. Con el muro amarillo como fuerza fuera y dentro del campo, haciendo gala de una enorme defensa y un letal ataque. El Borussia Dortmund volvió a clasificarse por tercera vez en su historia a la final de la Champions League tras vencer 0-1 (0-2 en el global) al PSG de Luis Enrique y de Kylian Mbappé, atado en su voluntad e incapaz de vestirse de héroe.

Y eso que buscó Lucho en el cajón de alternativas alguna para sorprender el bloque férreo de Terzic en París. Resolvió entonces dejar fuera del once al mal recuerdo de Araujo, Barcola, para escorar a Mbappé a la banda izquierda y dejar a Gonçalo Ramos en el centro como referencia, trabajo suficiente para mantener ocupados a Hummels y Schlotterbeck.

Se encontró el local, como de costumbre, con más posesión de balón, más intención y más tiros a portería. Dembélé y Hakimi fueron un incordio en banda derecha, y Kobel tuvo que sacar las manos a pasear para detener un par de envíos lejanos de Vitinha. Aunque nada como Donnarumma, protagonista con un paradón a Adeyemi que evitó una madrugadora debacle.

MARTILLAZO DE HUMMELS

Había que evitar sustos antes de irse a vestuarios. Pero tras el descanso el hielo volvió a la espina dorsal del portero italiano. Y de toda la zaga cuando vieron a Hummels elevarse por los aires, al 50', sin oposición alguna tras el córner lanzado por Julian Brandt. Sembró entonces un testazo certero, como dictan los canones, al suelo y con potencia para el 0-1 cargado de silencio en las gradas del Parque de los Príncipes.

Era situación de emergencia para un PSG que empezaba poco a poco a perder los papeles. Aunque a veces viene bien la adrenalina de verse al filo de la muerte. Futbolística, claro. Y algo muy parecido sintieron los aficionados galos cuando vieron el disparo potente de Nuno Mendes estrellarse en el poste izquierdo de Kobel.

Como en la ida, los postes se cebaron con la puja del PSG y se aliaron con la resistencia germana. Así escupió el vertical otro remate de bandera de Vitinha y un intento más de Mbappé, como el que da un último trago antes de irse. Su tiempo en la fiesta se agotó. Al Dortmund aún le queda un baile más.