Un plan de choque para el Barça

Laporta y Koeman se reencontraron en Sant Esteve

Laporta y Koeman se reencontraron en Sant Esteve / Javi Ferrandiz

Marc Menchén

Marc Menchén

Nunca antes el concepto de masa salarial había estado en boca de tanta gente. Este concepto, que había dominado en las asambleas del FC Barcelona en los últimos años, hoy monopoliza tertulias en bares y discusiones en redes sociales, infartados todos por saber si Joan Laporta podrá inscribir o no a Leo Messi para la próxima temporada.

En esta columna lo apuntamos hace unas semanas y los peores presagios se están confirmando: las pérdidas de esta última temporada y la lenta recuperación de los ingresos van camino de dejar al Barça con una capacidad de gasto inferior a la del Atlético de Madrid y el problema añadido de que, al no haber renovado a Messi antes del 30 de junio, hoy teóricamente no está inscrito en LaLiga.

Vayamos por partes: ¿Qué es la masa salarial? Por resumirlo rápidamente, es el importe que un club destina al pago de las nóminas del personal deportivo -incluido el filial y los apartados- y las amortizaciones de sus fichajes; de este modo, se premia con más capacidad de pagar salarios a quienes más talento propio generan.

¿El problema del Barça? Que sólo por incorporaciones -ruinosas- ya realizadas en el pasado, Laporta debe reservar 177,5 millones de euros a este fin. Más que el techo de gasto que previsiblemente le impondrá Javier Tebas para 2021-2022.

Las advertencias del presidente de la patronal, muy criticadas en Barcelona, lo cierto es que no dejan de ser un salvavidas para el Barça. Les está dando el chivo expiatorio ideal para afrontar la negociación que ni la anterior junta, ni la gestora, supieron afrontar.

Esto no va de de diferir salarios y pagarlos en adelante; si el club quiere salir a flote más pronto que tarde, lo que se impone es una reducción salarial definitiva. Si me apuran, con efectos retroactivos a 2020-2021, porque los males de hoy de Laporta es que Bartomeu y Tusquets cerraran en falso el pacto con el vestuario hace unos meses.

El Barça pagó casi 80 millones más que el Real Madrid en salarios deportivos en 2019-2020; hoy, una decena de jugadores blaugrana cobran casi tanto como el segundo mejor pagado del eterno rival. Y eso no pasa por una solución coyuntural. Lo siento, Jan, pero te han dejado a ti el marrón de decir NO al vestuario. Sin su complicidad no sólo está en riesgo que ellos cobren, sino que el club siga siendo relevante a corto plazo. La buena noticia: hablando la gente se entiende, y seguro (?) que los jugadores mirarán por el bien del club.