Opinión

Piqué y Arabia, en el foco de la investigación

Luis Rubiales y Gerard Piqué.

Luis Rubiales y Gerard Piqué. / EP / EFE

Luis Rubiales está en una complicadísima situación tras el registro de su residencia en la República Dominicana, motivo por el que decidió avanzar su regreso a España. Había anunciado que llegaría de sus vacaciones el 6 de abril, pero finalmente se personó ayer en el aeropuerto de Barajas e inmediatamente fue detenido por la Guardia Civil, una imagen que impresiona y que acabó dando la vuelta al mundo.

El que fuera máximo responsable del fútbol español, que dejó su cargo por el beso a Jenni Hermoso, ahora se ve involucrado en una trama de corrupción que le deja tocado. Y no solo a él sino al organismo que regentaba y que, curiosamente, fue uno de los ganadores para que la FIFA le diera la organización del próximo Mundial. La Federación está ahora en plena explosión. Primero está el ‘affaire’ Rubiales y luego la convocatoria de elecciones que convulsa un poco más a la propia Federación que busca algo de estabilidad.

La aparición de Piqué

A todo ello, aparece la operación de la Supercopa en Arabia Saudí con la investigación del propio Gerard Piqué y de sus cuentas de Kosmos para comprobar el cariz del acuerdo y si había comisiones de por medio con el ex presidente de la Federación. Un hilo más a estirar por parte de la investigación en este turbio asunto.

De momento, no hay culpables de corrupción. Solo acusaciones e investigaciones. Rubiales se defendió con honor ante el acoso de la periodista Ana Pastor y fue muy claro sus exposiciones. ¿Tendrá razón? ¿Está condenado antes de conocerse el resultado de las investigaciones? ¿Es verdad que no se llevó alguna mordida? Es la misma OCU y la jueza la que debe dictar sentencia, pero Rubiales dio un paso importante ayer al dar la cara.

No solo al regresar a España antes de lo previsto, sino también el de ponerse en manos de la justicia para esclarecer el caso y todas las acusaciones que pensan sobre él. Y también para intentar cambiar a la opinión pública al conceder esta entrevista en la que intentó defender su honorabilidad de todos. Es un culebrón complejo, pero uno tiene la impresión que su forma de comportarse, nada política, le está pasando factura.