Opinión

De pelear por títulos a pelearse por lanzar penaltis

Cole Palmer marcó cuatro goles en la goleada ante el Everton (6-0), pero el Chelsea volvió a mostrar una imagen bochornosa en la Premier

Cole Palmer marcó cuatro goles en la goleada ante el Everton (6-0), pero el Chelsea volvió a mostrar una imagen bochornosa en la Premier / AP

¿Es posible ganar un partido 6-0 y ser el gran ridículo de la jornada? El Chelsea de Mauricio Pochettino tiene la respuesta. Los 'Blues' humillaron al Everton en Stamford Brigde con un póker de una de las pocas buenas noticias de la temporada, Cole Palmer, pero Nicolas Jackson y Noni Madueke se empeñaron en demostrar que este equipo no funciona ni en las goleadas.

Ambos delanteros, que llegaron el pasado verano al equipo costando más de 70 millones de euros entre los dos, protagonizaron un ridículo inmenso regalando una bochornosa escena para el recuerdo. Empujones, recriminaciones, aspavientos... De todo antes de lanzar el penalti que Cole Palmer transformaría en el 5-0. Todo lo que profesionales del deporte no deben de hacer concentrado en una disputa de un minuto de duración. ¿Por qué? Por el único y egoísta motivo de querer engrosar sus particulares registros.

Los penaltis hay que ganárselos. Por galones y méritos propios. No hay más que eso. ¿Alguien pone en duda que Cole Palmer es el que tira del carro en un equipo que se ha arrastrado por los campos de la Premier esta temporada? Curiosamente, ni Madueke ni Jackson pidieron el penalti que igualó el choque contra el Manchester United en el tiempo añadido. ¿Por qué será? ¿Por qué en ese momento les temblaban las piernas y no querían exponerse a fallar una pena máxima crucial?

Más allá de ofrecer a todo el país una conducta inaceptable, mostraron un nulo respeto por su entrenador, Mauricio Pochettino, que no dudó en señalarlos en la rueda de prensa posterior. "Es inaceptable, una vergüenza. Quiero ser muy claro y los jugadores y el cuerpo técnico saben que el lanzador de penaltis es Cole Palmer", aseguró. Pero lo peor de todo es que no es la primera vez que sucede esta temporada. Si la plantilla no entiende que esas responsabilidades le corresponden a Cole Palmer por mérito propio, es que falta una figura capaz de imponer el respeto necesario en el vestuario.

Quizá sea un problema general en el Chelsea. Por desgracia, no hay que remontarse mucho en el tiempo para encontrar un escenario en el que un jugador desafía directamente las órdenes de un entrenador 'Blue'. Sucedió en febrero de 2019, en la final de la Carabao Cup ante el Manchester City, cuando Maurizio Sarri dirigía el equipo. El italiano, pensando en la tanda de penaltis, quiso cambiar a Kepa en el último minuto de la prórroga, pero el español se negó completamente a salir del terreno de juego ante el asombro de todo el mundo.

Volviendo al Chelsea de 2024, ante la falta de un líder natural del vestuario, algo más que obvio viendo lo que sucede sobre el césped, esto lo tiene que solucionar Pochettino de forma interna. Es una imagen bochornosa y que evidencia que en el Chelsea son individualidades y no un equipo. Nada más lejos de la realidad, el Chelsea ha pasado de pelear por trofeos a pelearse por lanzar penaltis. Y no será por el rendimiento de futbolistas como Cole Palmer, máximo goleador de la Premier empatado con Haaland (20 dianas). Más bien, por el egoísmo de algunas piezas que reman por su propio interés.