Otro derbi que cayó a manos de Messi

La tensión ambiental de la previa no se reflejó para nada sobre el terreno de juego

Leo Messi, con Piqué y Coutinho

Leo Messi, con Piqué y Coutinho / EFE

Pichi Alonso

Pichi Alonso

La tensión ambiental de la previa no se reflejó para nada sobre el terreno de juego. Y es que el derbi del Camp Nou brindó un partido de ritmo bajo, con el más que previsible dominio del Barça en cuanto a posesión de balón e iniciativa y un transcurrir de los minutos sin que apareciera una sola clara ocasión de gol. Vaya por delante que Diego López, con toda seguridad, firmó una de sus primeras mitades más tranquilas frente a los azulgrana.

A todo ello contribuyó los cambios introducidos por Rubi, con una defensa de cinco, que aportó una enorme seguridad en la zaga, pero que mermó muchísimo las salidas en velocidad de los espanyolistas. En el caso de Ter Stegen poco menos que fue un espectador de lujo más en el derbi. En esta primera mitad apenas si tuvo que intervenir en un títmido chut.

falta mágica En estos casos, nada como apelar a Messi para acabar con la monotonía. En la segunda mitad, el Espanyol no acusó el desgaste físico y el planteamiento inicial se mantuvo según el guión del primer tiempo. Una vez más, una genialidad de Messi a balón parado desequilibró el marcador y el partido. Gol letal, cambio de escenario y, poco después, la sentencia en otra diana de Leo.

Además del marcador, tres lecturas positivas que el barcelonismo puede extraer del derbi: Lenglet anda fino y ayer tuvo tres intervenciones prodigiosas que abortaron las únicas aproximaciones del Espanyol. También mención para Malcom, que aportó una asistencia y mucha sensación de peligro. Por último, Coutinho reivindicó participación... ahora solo falta que sea determinante.