Messi se merece un 'gallina de piel'

Subastada una mítica camiseta de Messi

Subastada una mítica camiseta de Messi

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

La herida abierta por la sorprendente y traumática salida de Messi sigue abierta. Es demasiado profunda. Y dolorosa. Aquellas horas fatídicas del 5 de agosto del año pasado aún flotan como una pesadilla en el recuerdo de todos los culés. El mejor jugador de la historia del Barça abandonaba el club por la puerta de atrás por culpa de la crisis económica blaugrana. De la tristeza se pasó a la indignación y los reproches. Y ahora estamos inmersos en esa fase nostálgica de lo que pudo haber sido y no fue.

La temporada no ha sido buena para Messi en el PSG (ganó la Liga francesa pero su equipo fue humillado en la Champions por el Madrid). Pero aún ha sido peor para el Barça. La mayoría de los socios y aficionados se preguntan si con el crack argentino el equipo de Xavi hubiera podido competir (o incluso ganar) algún título. Nunca lo sabremos. Porque la historia no puede cambiarse. Pero se puede aprender de ella. Para no cometer los mismos errores. O para rectificar las injusticias. Como debe hacer el Barça con Messi.

El número 1 universal se merece un homenaje. Un reconocimiento popular e institucional. No volverá a vestir la camiseta blaugrana, pero su corazón siempre será culé. Nadie como Messi representa los valores del Barça. Ese Barça único e irrepetible que hace ya demasiado tiempo que desapareció. Y que ahora Xavi pretende reconstruir con otros protagonistas. 

Casi un año después de la marcha de Messi ha llegado el momento de replantearse la reconciliación. Laporta ya lo insinuó en la asamblea de las ‘palancas’. El Barça tiene la obligación de despedir al crack argentino con una gran fiesta. Debe ser un acontecimiento extraordinario. Y tremendamente emotivo. Donde lloremos todos. Las lágrimas de Messi deben ser entonces de agradecimiento, de amor incondicional, de conexión absoluta con una afición que le ha adorado durante veinte años y con un club que ha sido su casa durante dos décadas.

El Barça y Messi deben buscar fecha para este homenaje. Que no debe ser un homenaje cualquiera. Nos tiene que poner a todos la ‘gallina de piel’. La gratitud con Messi es y debe ser eterna. Y una estatua gigantesca con su imagen debe presidir el nuevo Camp Nou. Pero antes debe producirse el abrazo del reencuentro. Y del perdón. Mutuo... Laporta ya está preparado. Messi, también. ¿A qué esperamos?