La marcha de Cristiano deja un cráter deportivo y emocional

Un notición sacudió ayer el mundo del fútbol. Lo que parecía increíble se ha convertido en realidad, y además en un tiempo récord: Cristiano se va del Madrid y ficha por la Juve. El jugador portugués cierra esta etapa con un palmarés lleno de éxitos, fruto de su carácter ganador y su enorme capacidad de trabajo: deja 4 Champions en 9 temporadas y el brutal registro de más de un gol por partido. En cambio, se va con solo 2 Ligas en 9 temporadas, que refleja su inferioridad respecto a Messi en esta última década.

Sin embargo, su huida es un cráter deportivo y emocional para el madridismo, que ve como en un mes y medio han salido de mala manera, y por sorpresa, el entrenador y la estrella que lograron las 3 últimas Champions. Lo más sorprendente es que tanto Zidane como CR7 se van exactamente igual y tras unas desavenencias evidentes que, en el caso de Cristiano, han sido retransmitidas en directo, sin que nadie pudiera hacer nada para disimularlas.

Si después de ganar una Champions o un doblete, Valverde y Messi abandonaran el Barça, se abriría una crisis de tales dimensiones que Bartomeu no duraría ni un día en su cargo. Por eso, el entorno blanco hacía ayer piruetas de todo tipo para poner a salvo a su presidente, pero ya no parece posible disimular la incredulidad, la tristeza e incluso la indignación con la que los aficionados del Real Madrid viven estas horas de angustia.

Al final, la decimotercera Champions se ha convertido en una terrible pesadilla, que ha desatado una guerra de egos que probablemente todavía no ha terminado. El paisaje que deja Cristiano tras su huida es desolador: se ha ido el entrenador referente, se ha fichado a un sustituto desarbolando a La Roja, y el Madrid se queda sin su gran estrella, es decir, sin 50 goles al año. Prepárense, porque veremos cosas inimaginables para tapar este gran desaguisado.