Lewandowski, ¿estás loco o qué?

El Bota de Oro, que ha marcado 35 goles en la Bundesliga y 50 en todas las competiciones, quiere jugar en el Barça. Acaba de ganar su octava Bundesliga consecutiva, le queda un año de contrato, rompió la baraja el pasado lunes en la concentración de la selección polaca y quiere jugar en el Barça. 

El Barça está fatal, no tiene un duro, busca desesperadamente darle una patada a las palancas, casi ya oxidadas, y ha ganado una Copa en las últimas tres temporadas. Y Robert Lewandowski quiere jugar en el Camp Nou. Es el mejor goleador de Alemania y también un empresario de éxito, un icono en su país y, por supuesto, un emblema del fútbol mundial. Pero quiere jugar en un club en ruinas. 

En el Barça ya no está Messi. Ni Suárez, ni Neymar, ni prácticamente ningún jugador que pueda generar un mínimo de ilusión a corto plazo. Ahí están Pedri, Gavi, Araujo o Ansu, algunos más hechos que otros, pero, ¡qué narices!, Lewy quiere vestirse de blaugrana y quiere hacerlo ya. 

Incluso está dispuesto a cobrar menos de lo que gana en Baviera. Robert sonríe y, cuando le preguntan por su optimismo a la hora de volar hacia la Ciudad Condal, responde que su etapa en el Bayern ha acabado, que deben dejarle salir. Hay que ser un inconsciente o estar loco para, a su edad, arriesgarse a competir en un equipo en reconstrucción. Sí, ahí está Xavi, que tiene las ideas muy claras y sabe exactamente qué hacer para revertir la situación, pero, incluso así, sigue siendo un movimiento peligroso para el máximo goleador de la historia de la selección polaca. Quiere jugar en el Barça.

El club blaugrana sigue generando pasiones, incluso en futbolistas que lo han ganado todo y que están más cerca del final de su carrera que del inicio. Más no se puede hacer por su parte, así que el Barça no puede fallar. No todo está en su mano porque el Bayern tendrá, en todo caso, la última palabra, pero perder una oportunidad como la que le está ofreciendo en bandeja Robert sería dejar escapar una ocasión única para rearmarse en todos los sentidos. A nivel deportivo, pero también a nivel anímico y de imagen. La presentación de una estrella mundial como Lewy en el Camp Nou significaría una inyección de ilusión imprescindible en un momento tan complicado. Paralelamente, no existe mejor correa de transmisión hacia la élite para jugadores como Pedri, Gavi o Ansu que el polaco. Es la correa de transmisión para volver a ser campeones. Hay que estar loco para querer ir al Barça, pero hay que estarlo mucho más para no ir con todo a por él.